Eneo26 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura

63 CAMBIO CLIMÁTICO activo no necesitaremos fertilizantes sintéticos, al contrario, utilizar biofer- tilizantes, reutilizar la biomasa que se extrae de la viña o añadir al suelo el remanente de la uva después de la vendimia pueden ser medidas que mejoren por sí mismas las cantidades de nutrientes y la fertilidad del suelo. “Cuando seguimos los criterios euro- peos para la conservación del suelo, un viñedo tradicional entra en núme- ros críticos en cuanto a los nutrientes y microorganismos que viven. Lo que hacen muchas bodegas ante esta situación es utilizar aún más energía externa y fertilizantes para compen- sar la pérdida, pero a la larga se hace más daña el suelo y contribuyen a empeorar el cambio climático que tanto les está afectando. Es un pez que se muerde la cola. En cambio, cuando aplicamos los avances científicos que conlleva la agricultura regenerativa en una finca, los números hablan por sí solos, hemos comparado viñedos tra- dicionales con viñedos regenerativas y en un par de años el estado del suelo mejora visiblemente”, comenta la Dra. Andrés. Esta comparativa la ha llevado a cabo el CREAF en colaboración con la empresa Agroassessors, donde se está estudiando cómo hacer la transición de cultivos de viña del método tradi- cional al regenerativo en l’Empordà. Estas prácticas regenerativas y basa- das en el cuidado del suelo y de su fertilidad también quedan recogidas en la guía de buenas prácticas agra- rias para incrementar o mantener esta capacidad de sumidero, desarrollada por el IRTA dentro del Grupo Operativo CARBOCERT, en colaboración con otras instituciones de investigación. “Unas buenas prácticas agrícolas pue- den permitir no sólo un secuestro de carbono que contribuya a lamitigación del cambio climático, sino una mejora de la salud general del suelo, que a medio plazo llevará a una reducción de los productos que tenemos que aplicar, ya sean fertilizantes, produc- tos fitosanitarios o agua. Sin embargo, los procesos de regeneración de los suelos y el secuestro de carbono de forma significativa son procesos lentos y en muchos casos, para ver diferen- cias más allá de la capa superficial se necesitan más de 5 años de buenas prácticas y para alcanzar un nuevo equilibrio productivo”, constata la Dra. de Herralde. Además, añade que “el suelo es un escalón importante en la aplicación de la agroecología, pero no es el único, ya que hay que pensar en el material vegetal, la ubicación y el producto que se quiere obtener. Por eso, todo ello se traduce en unas prác- ticas agroecológicas y en una gestión holística del cultivo y su entorno”. n

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