Eneo26 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura

61 CAMBIO CLIMÁTICO antes del forzado, y el verdadero, que da justo después. Esta práctica pro- voca un retraso en la maduración, que puede desplazarse hasta finales de otoño, cuando el régimen térmico es más favorable, lo que mejora la calidad del vino y previene enferme- dades al cultivo. CLONES Y APPS PARA ADAPTAR LA VIÑA A LA FALTA DE AGUA Y A LOS FENÓMENOS EXTREMOS Al aumento de temperatura hay que sumar la problemática del agua. Los dos centros de investigación catalanes ya alertaban en el informe de los expertos en cambio climático de la mediterrá- nea MedECC que a mediados de siglo habrá un 17%menos de disponibilidad de agua en el área mediterránea. Sin embargo, la viña está considerada en buena parte un cultivo de secano, es decir, que no recibe más agua que la de la lluvia (en Cataluña es así en un 93% de la superficie, según el último informe del Observatori de la Vinya, el Vi i el Cava). ¿Cómo se combinan la falta de agua de lluvia y la viabilidad de la viña? Según los expertos en vitivinicultura del IRTA y el Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI), no es sencillo y en algunos lugares factible que pueda pasar de secano a regadío de forma radical, principalmente porque no habría suficiente agua disponible para hacer este cambio: “Regar es la mejor estrategia para adaptarse al cambio climático, pero sólo cuando se dispone de agua y siempre que sea económicamente viable para una explotación”, comenta Robert Savé, investigador experto en viticultura del IRTA. En Cataluña, como indica la Agencia Catalana del Agua (ACA), no hay agua en todo el territorio (de ríos, embalses, freáticos, regenerada …) y la principal fuente de agua de que dispone el sector es la de la lluvia, que cada vez será menos frecuente. Asimismo, en paralelo a los cam- bios en la fenología y la temperatura, debemos recordar que el cambio cli- mático conlleva un aumento de los fenómenos extremos. Esto puede traducirse en heladas o granizadas que afectan a la uva de forma más grave, una humedad poco habitual en junio que favorece la aparición de mildiu, corrientes atmosféricas que no son las habituales y olas de calor más frecuentes. “En los últimos veranos, los antici- clones que llegan de Marruecos se han quedado en la atmósfera más tiempo del que tocaría. Esto quiere decir que es un aire muy caliente que permanece en la vid y provoca daños a la uva antes de que termine de madurar. Incluso puede desecar cepas enteras. Para mover esta gran masa de aire caliente se necesitan borrascas potentes, pero esto puede traducirse vez en una lluvia fuerte y desmesurada”, señala desde el CREAF el Dr. Sardans. Para hacer frente a estas amenazas, la ciencia ficción también ha llegado al sector de la viña. Gracias al proyecto Aparato para medir el agua disponible en el suelo. Fuente: IRTA.

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