Eneo26 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura
IRTA y CREAF 58 CAMBIO CLIMÁTICO ¿Cómo afecta el cambio climático a la viña? El cultivo de la vid es resistente y adaptado al territorio mediterráneo, caluroso y árido. En Cataluña, ocupa 53.000 hectáreas, que equivalen al 3% de la superficie agrícola, y genera 189 millones de euros. Sin embargo, no es impasible a la subida de temperatura, a las olas de calor más frecuentes o las lluvias torrenciales que vivimos los últimos años. Los estudios científicos demuestran que el cambio climático está alte- rando el ciclo natural de la viña. En el proceso de maduración de la uva, por ejemplo, la hace más vulnerable a las plagas, lo que dificulta el cultivo de algunas variedades en zonas con- cretas y podría cambiar el paladar de algunos de nuestros mejores vinos. Ante este escenario poliédrico, donde se pone en juego un paisaje, un producto, una economía, una tradi- ción y toda una experiencia vital, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y el centro en ecología CREAF, dos centros de investigación catalanes, exponen sus experiencias para contribuir al futuro de la viña en Cataluña. Cada uno desde perspectivas diferentes, pero con unos datos y un conocimiento complemen- tario que el sector vitivinícola ya ha puesto en práctica. VINOS DE ALTURA ESCAPANDO DEL CALOR La viticultura viene marcada principal- mente por una especie de planta, la vid (Vitis vinifera), pero la uva resultante puede ser de muchas variedades y clones, que a su vez se combinan con diferentes portainjertos. Por ejemplo, en España es frecuente la Garnacha, la Tempranillo, la Albariño –sobre todo en Galicia– o la Verdejo. Otras varie- dades son más específicas y es más difícil encontrarlas, como ocurre con la Trepat, una variedad autóctona de la Conca de Barberà, la Cariñena blanca de la DO Empordà o la Picapoll de la DO Pla de Bages, entre otros, que también podemos encontrar en dife- rentes denominaciones según sus necesidades edafoclimáticas. Si estas condiciones cambian, algu- nas viñas no vivirán bien en algunas regiones y nos encontraremos ante uno de los principales efectos del cambio climático: que el aumento de tem- peraturas y las nuevas condiciones climáticas afecten la regionalidad de cada variedad. De hecho, esto no sólo pasaría en variedades con una regio- nalidad tan especial como el Trepat, la Cariñena blanca, el Picapoll, etc., sino que es un hecho generalizado: las zonas climáticas ideales de la mayoría de variedades son, en gene- ral, específicas y, por tanto, son más susceptibles que otros cultivos a los cambios que se dan en el clima a corto y largo plazo. En este sentido, el CREAF y el IRTA colaboran con Familia Torres para encontrar nuevas regiones donde
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