Eneo26 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura

35 ENOLOGÍA levaduras y pasarán a formar parte del azúcar residual del vino. Algunas pentosas presentes en el mosto son la arabinosa, la ribosa y la xilosa. Además de estas dos familias también es posi- ble encontrar sacarosa, un disacárido formado por glucosa y fructosa. La sacarosa es un componente minori- tario del azúcar de uva y una vez en el mosto se hidroliza rápidamente a glucosa más fructosa, para luego ser convertida en alcohol por las levadu- ras presentes. En algunos países y en algunos pro- cesos especiales de producción está permitido el agregado de azúcares al mosto de uva para aumentar la graduación alcohólica final del vino. En el vino, este proceso se denomina chaptalización y está aprobado por la Unión Europea en aquellas zonas de clima frío donde es difícil que la uva llegue a su madurez óptima y se puedan obtener vinos de graduación adecuada. El azúcar que se agrega puede provenir de caña o de remolacha (en estos casos, se trata principalmente de sacarosa) o de mostos concentra- dos (que poseen el mismo tipo de azúcares que la uva). En los procesos de producción de vinos espumosos, también existe un agregado de azú- cares al vino base, una manera de favorecer una segunda fermentación ya sea en botella (método tradicional o Champenoise) o en grandes tanques (método Charmat). Cantidad de azúcares presentes en un vino Como se dijo anteriormente, durante la fermentación alcohólica las leva- duras van consumiendo los azúcares, pero lo hacen con una cierta preferen- cia por la glucosa frente a la fructosa. En un determinado momento, la fer- mentación alcohólica se detiene (por vía natural o por influencia del enó- logo) y en el vino queda una cierta cantidad de azúcares sin consumir. Según la cantidad de estos azúca- res remanentes los vinos se pueden clasificar como: • Secos: menos de 4 g/L. • Semisecos: de 12 a 18 g/L. • Semidulces: de 18 a 45 g/L. • Dulces: más de 45 g/L. Cabe decir que la gran mayoría de vinos tranquilos no supera los 2 g/L. También existen otro tipo de prepa- raciones vínicas además de los vinos tranquilos: vinos espumosos, generosos, dulces y otras vinificaciones especiales. Cada uno de ellos presenta conteni- dos de azúcares en cantidad y calidad muy diferentes. A modo de ejemplo, para los vinos espumosos la clasificación en función de la cantidad de azúcares remanen- tes es la siguiente: • Brut Nature: menos de 3 g/L, sin azúcar añadido. • Extra Brut: menos de 6 g/L. • Brut: menos de 12 g/L. • Extra Seco: de 12 a 17 g/L. • Seco: de 17 a 32 g/L. • Semiseco: de 32 a 50 g/L. • Dulce: más de 50 g/L. CONCEPTOS Y DEFINICIONES ANALÍTICAS Antes de continuar con los métodos de análisis existentes, para determinar el contenido de azúcares, es necesario introducir definiciones y conceptos cla- ves a la hora de entender las diferencias entre las distintas metodologías. Para esto seguiremos el convenio estable- cido por el International Wine Technical Summit, que es más esclarecedor en su terminología que el compendio de la OIV. Según este comité se definen los siguientes conceptos: • Azúcares reductores: son azúcares que presentan una funcionalidad química de tipo aldehído o cetona. Dentro de esta clasificación se puede incluir a la glucosa, la fructosa, las pentosas, pero no a la sacarosa. En ningún momento debe confundirse este concepto con el término sus- tancias reductoras. • Azúcares residuales: incluye a todos los azúcares capaces de ser fermentados por las leva- duras, incluyendo las hexosas y la sacarosa. También se suelen denominar Azúcares fermentables. Usualmente, cuando se habla de azúcares residuales en el vino se hace referencia a la suma de los contenidos de glucosa y fructosa (que son azúcares reductores) más la sacarosa (que no es un azúcar reductor). Esta última suma suele recibir también el nombre común de Azúcares totales. • Sustancias reductoras: son todas las sustancias que reaccionan frente a un determinado agente oxidante, incluye la glucosa y la fructosa, pero también oligosacáridos y otras materias que no son azúcares (como taninos y polifenoles). • Carbohidratos no fermentables: este concepto incluye a las pen- tosas, los polisacáridos y otras sustancias que interaccionan con los carbohidratos (como pectinas, taninos, pigmentos). Con los conceptos ya definidos será más fácil explicar y comprender las similitudes y diferencias entre los distintos métodos de análisis común- mente empleados en bodegas y laboratorios enológicos. MÉTODOS ANALÍTICOS PARA LA DETERMINACIÓN DE AZÚCARES Refractometría Un refractómetro es un instrumento óptico que permite determinar la concentración de sólidos disueltos en función del índice de refracción del mosto a 20 °C. En el caso de los azúcares se suele emplear la escala Brix, donde 1 grado Brix corresponde a una solución de 1 gramo de sacarosa en 100 gramos de agua. A través de la utilización de tablas ampliamente conocidas, se pueden encontrar las equivalencias entre grados Brix, con- tenido de azúcares, masa volumétrica y grado de alcohol probable.

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