VN25 - Eneo

nunca más se separó del mundo del vino. Pasó por Argentina y Uruguay antes de asentarse en España, donde dio sus primeros pinitos como pro- fesional en tres bodegas de Jumilla: Casa Castillo, Casa de la Ermita y en Hacienda del Carche. Pero lo que realmente despertó la magia fue su cruce con el vino natural: “En 2015 me reencontré con un amigo violinista, antiguo com- pañero de orquesta, que produce vinos naturales y limpios en Francia y me dejó catar algunos. Aquello lo cambió todo. Por primera vez pensé: esto es lo que me gusta y esto es lo que quiero hacer”, afirma Casado. Aquel sentimiento la motivó a subirse a su coche e irse de Jumilla a Bullas a buscar viñas y parcelas de pequeños propietarios, a hablar con la gente, a preguntar sobre el funcionamiento de la zona… “Tenía claro que que- ría empezar un proyecto propio en mi tierra pero estaba sola, no tenía a nadie que me guiara o ayudara ni sabía la magnitud de lo que me estaba proponiendo, pero lo hice”. Pero, ¿por qué se fue a Bullas? “Porque me habían dicho que era una zona mucho más alta que Jumilla, más fresca, que no necesitaba acidifi- car… Y tenían razón. Literalmente, la primera vez que paseé por allí me enamoré de los parajes con sus viñas viejas altas de montaña. Sentí una conexión con el paisaje y sentí que quería quedarme y trabajar allí”, explica. Cargada de ganas y entusiasmo, compró las primeras uvas y alquiló unas barricas para elaborar su primer vino en Casa Castillo, La del Terreno 2015, y comprobar si era capaz de comercializarlo. Y lo fue. Es así como nacía un proyecto que sigue cre- ciendo y es que recientemente La del Terreno se ha trasladado con su bodega modular sostenible diseñada por ella misma con materiales pre- fabricados a Caravaca de la Cruz, Casado pisando uvas tintas. 64 PEQUEÑAS BODEGAS

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