VN25 - Eneo

EFICIENCIA 48 Selección clonal de vid como estrategia para la obtención de vinos de alta calidad UN CLON DE LA VARIEDAD TEMPRANILLO PARA VINOS CON ALTO CONTENIDO FENÓLICO Los compuestos fenólicos son componentes intrínsecos de las uvas y sus productos derivados, en particular el vino, y contribuyen a sus propiedades organolépticas. La composición fenólica depende de factores ambientales -clima, suelo, manejo- y genéticos propios de la variedad o clon. Por lo tanto, la selección clonal, basada en la diversidad genética intravarietal, es relevante para ayudar a obtener vinos tintos con alto contenido fenólico, siendo estos los responsables de aspectos clave de calidad del vino, como su estabilidad y complejidad, además de sus beneficios para la salud, a través de un consumo moderado. Carolina Royo 1 , Yolanda Ferradás 1 , Javier Eraso 2 , Rafael García 2 , José Miguel Martínez-Zapater 1 , María José Motilva 1 1 Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino-ICVV (Consejo Superior de Investigaciones Científicas-CSIC, Universidad de La Rioja, Gobierno de La Rioja), Finca La Grajera, Ctra. de Burgos Km. 6, 26007 Logroño (La Rioja, España). 2 Vitis Navarra Genética y Plantas de Vid, Carretera Tafalla, Km. 18, 31251 Larraga (Navarra, España) A partir de la segunda mitad del siglo XX, la selección clonal ha sido la principal estrategia para seleccionar genotipos de variedades de vid de confirmada identidad genética, buen estado fitosanitario y un buen nivel de producción. Esta selección clonal ha sido utilizada para la propagación mediante injertos en los viveros. En España, la selección clonal ha sido responsable en parte del aumento de la productividad de la viticultura a lo largo de las últimas décadas del siglo XX (Ibáñez et al., 2015). La viticultura moderna está evolucionando desde objetivos de rendimiento en la produc- ción, a objetivos más relacionados con la adaptación al cambio climático, la sostenibilidad y con la calidad. En relación a la selección clonal, hay dudas acerca de si las variedades actuales contienen suficiente variación somática para permitir la selección de variantes que difieran en calidad y rasgos adaptativos. Ciertamente, esto no será fácil para la mayoría de las variedades de uva, pero en el caso de las variedades más comunes es posible identificar variantes de inte- rés. Este es el caso de la variedad Tempranillo, extensamente cultivada en la Península Ibérica, con más de 200.000 ha de cultivo en España en el año 2020. Por este motivo, se está realizando un importante esfuerzo en diferentes regiones vitivinícolas para preservar accesiones de cepas viejas de la variedad Tempranillo, que podrían constituir futuras fuentes de variación fenotípica. Concretamente, en lo relativo al color de la uva, se han identificado variantes somáticas que difieren en el color de las bayas, y que han dado lugar a la nueva variedad Tempranillo Blanco, o a las variantes grises o royas. Los compuestos fenólicos, común- mente denominados polifenoles, son componentes intrínsecos que la uva produce como respuesta a situacio- nes de estrés biótico o abiótico. En cuanto al vino, los polifenoles son los principales responsables de aspec- tos clave de su calidad, estabilidad y complejidad (Hornedo-Ortega et al., 2020), y resultan además beneficiosos

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