VN25 - Eneo

32 EMBOTELLADO Y ETIQUETADO El vino en lata sigue creciendo por delante de otros formatos en mercados mundiales clave como el de Estados Unidos, aunque partiendo de una base muy pequeña. En un momento en el que el volumen de vino consumido en muchos mercados ya maduros se está estabilizando o disminuyendo, no es de extrañar que este formato esté atrayendo una atención significativa, tal y como sucede también en otras categorías de bebidas alcohólicas. 6 factores clave a tener en cuenta en el envasado de vino en lata Para los consumidores, las ventajas del alcohol en lata son evidentes. Se trata de productos más pequeños y ligeros de transportar, pero también más duraderos; son tan reciclables como los envases de vidrio y se pres- tan a diseños más distintivos, lo que los hace perfectos para el consumo social al aire libre, algo en aumento durante la pandemia de la COVID-19. Pero para el comercio también hay ventajas. Las latas ocupan menos espacio en los almacenes y frigorí- ficos, son más ligeras de transportar y están disponibles en varios tama- ños. Cuando se permite su venta en tiendas de conveniencia, también hay más oportunidades de obtener un margen más alto que el que ofrece normalmente una botella de 750 ml. El vino en lata también goza de estas ventajas, pero aún no ha alcanzado una masa crítica. Un problema es que la historia del vino ha estado muy ligada a la botella de cristal. Los bebedores de más edad pueden coquetear con la idea de un vino en una bolsa, si el envase es atractivo y la necesidad implica una gran convivencia al aire libre, pero para muchos bebedores de más edad, la idea del vino en una lata sigue siendo un impensable. No es de extrañar, por tanto, que los bebedores más jóvenes (de 25 a 44 años) sean los más abiertos al concepto de vino en lata, entre otras cosas por- que las situaciones para las que las latas son buenas –beber mientras se

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