VN23 - Técnicas, equipos y productos para la enología y la viticultura

13 SECTOR Rusia (4,4 mhl, -4%) y Ucarnia (0,7 mhl, -33%) también sufrieron descen- sos importantes en su producción. Moldavia sufrió condiciones desfa- vorables debido a una fuerte sequía, documentando así una cosecha menos abundante en 2020 con una producción vinificada igual a 0,9 mhl (-37%). Georgia (1,8 mhl), por el contrario, se estima que aumen- tará su producción de vino en un 2% en comparación con 2019, regis- trando un nivel un 37% superior a su media quinquenal. En Asia, los nuevos datos de China indican una producción estimada de 6,6 mhl, marcando un descenso del 16% con respecto al ya nivel de producción decreciente de 2019. Se trata de un fuerte descenso de la producción de vino por cuarto año consecutivo, una señal de que la evolución del sector vinícola chino podría ser más incierta de lo que se esperaba. Una posible explicación a esta tendencia negativa son los problemas estructurales (difíciles condiciones climáticas, limitaciones tecnológicas, baja productividad…) que hace que el sector vinícola chino sea menos competitivo que el de sus vinos importados. En América del Norte, la produc- ción de vino en Estados Unidos se estima en 22,8 mhl, lo que supone un descenso del 11% respecto a 2019. Este llamativo descenso se explica por una combinación de factores importantes como el problema de la sobreoferta de uvas y las malas condiciones meteorológicas, en con- creto, la tormenta eléctrica seca que provocó incendios en California de agosto a octubre y provocó la dis- minución de los campos, así como la aparición de humo en una parte de las uvas que no se cosecharon. En Sudamérica, la tendencia general de la producción de vino en 2020 es negativa. Este descenso podría explicarse por las condiciones meteo- rológicas desfavorables provocadas por El Niño, con un exceso de precipi- taciones. Las producciones vinificadas de Argentina (10,8 mhl, -17%) y Chile (10,3 mhl, -13%) no solo son inferio- res a las del año pasado, sino que también son significativamente infe- riores a sus medias quinquenales (-13% y -10%, respectivamente). En 2020, Brasil (1,9 mhl) registró un des- censo del 5% en su producción de vino. A excepción de 2016, cuando El Niño devastó la cosecha, este es el nivel de producción vinificada más bajo registrado en Brasil desde prin- cipios de siglo. En Sudáfrica, la producción de 2020 alcanzó los 10,4 mhl. Esto representa un oleaje del 7% respecto al volumen registrado en 2019, y se encamina gradualmente a la convergencia con los niveles de producción media registrados antes del inicio de la sequía que afectó fuertemente al país durante tres años consecutivos (2016, 2017 y 2018). Por lo que respecta a Oceanía, la pro- ducción de vino australiano registró un descenso por tercer año conse- cutivo, rebajándose al nivel más bajo registrado en la última década, alcanzando los 10,6 mhl. En el lado opuesto, la producción de vino de Nueva Zelanda fue de 3,3 mhl, tocando el nivel más alto registrado nunca, con un crecimiento del 11% en comparación con 2019. EL IMPACTO DE LA COVID-19 En 2020, el comportamiento del con- sumo ha sido diferente en los distintos países en función de factores como los hábitos de consumo nacionales (peso del vino sobre el total de las bebidas alcohólicas, peso del canal Horeca, etc.), la duración y el rigor de las medidas de cierre y las políticas asociadas como las prohibiciones de venta, y el peso del turismo en el consumo nacional de vino. El cierre total o parcial del canal Horeca ha provocado una caída de las ventas en valor y, en menor medida, en volumen, algo parcialmente com- Evolución del consumo mundial de vino.

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