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VARIEDADES MINORITARIAS 61 y otras culturas. Alonso de Herrera (1513) en su obra 'Agricultura General', ya da nombre a variedades que todavía se cultivan en la actualidad. Es sabido también que unas cuantas variedades se fueron generando a lo largo del tiempo en la Península Ibérica a par- tir de semillas y pueden considerarse autóctonas. En la Comunidad de Madrid se cultivan actualmente 8.100 ha de viñedo, ocu- pando a 5.700 viticultores. Es un cultivo que desempeña un papel fundamental en la economía de zonas rurales, en el mantenimiento de la población en las mismas y en la conservación del medio ambiente, teniendo en cuenta la presión de las zonas urbanas y que muchas familias se mantienen ligadas a esta actividad. Pocos cultivos están tan bien adaptados como la vid a las condiciones ambientales de la región. Muchas de las bodegas del sector son de tamaño familiar pero presentan al mercado vinos de gran calidad, ya que es un sector muy modernizado y con personal muy cualificado. IMPORTANCIA DEL CULTIVO DE VARIEDADES MINORITARIAS El material vegetal cultivado en los viñedos para la elaboración de vinos está limitado por la legislación. En la Comunidad de Madrid, están autoriza- das 18 variedades de las 178 que están autorizadas enEspaña, 9de ellas blancas y 9 tintas. Algunas de ellas se consideran de cultivo tradicional (Airén, Albillo Real, Garnacha Tinta, Negral, Malvar, Moscatel de Grano Menudo, Jaén Blanco, Tinto Fino y Alarije-Torrontés), pero el resto se han introducido en las últimas décadas de otras regiones españolas (Graciano, Macabeo, Monastrell y Parellada) o extranjeras (Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y Syrah) buscando elaborar vinos de moda. Las variedades de vid son una parte esencial del patrimonio vitivinícola mundial y constituyen una pieza fun- damental para mejorar y enriquecer la cultura y la economía. Actualmente, una de las grandes preocupaciones a nivel mundial en el ámbito vitivinícola, es la fuerte disminución del número de variedades de vid cultivadas y la desaparición de otras muy antiguas, que en muchos casos aparecían citadas en la bibliografía como pro- ductoras de vinos de gran calidad. En este sentido, el estudio en profundi- dad de las variedades autóctonas, es fundamental para elaborar vinos más competitivos y con una personalidad propia en un mundo globalizado. La pérdida de diversidad genética ha ido aumentando desde finales del siglo XIX cuando llegó de América la plaga de la filoxera, acentuándose en la segunda mitad del siglo XX con las políticas de arranque y el fomento del cultivo de variedades preferentes en las Denominaciones de Origen. Son varias las razones que nos impulsan a poner en uso y cultivo las variedades que se han cultivado tradicionalmente y que han estado a punto de desaparecer: 1. La necesidad de diversificar la pro- ducción. Actualmente a nivel mundial el 50% de la superficie está plantada con únicamente 15 variedades y a nivel de España el 80% de la super- ficie está plantada por 9 variedades. 2. La oportunidad de diferenciación y tipicidad de nuevos vinos. La varie- dad imprime en el vino un carácter que le diferencia de otros vinos y le confiere características propias. 3. El interés de potenciar el Patrimonio cultural de zonas vitivinícolas. La vid y el vino están ligadas a la cultura y a la tradición de las regiones vitivinícolas y forman parte de su patrimonio. El concepto de Denominación de Origen surgió para aprovechar y conservar esta riqueza. 4. El potencial que tienen estas varie- dades de adaptación a factores externos bióticos y abióticos. Muchas de estas variedades están adaptadas a las zonas donde se han cultivado durante cientos de años y pueden ser un recurso a tener en cuenta frente al cambio climático o a la reducción de productos químicos utilizados en el control de plagas y enfermedades del viñedo. VARIEDADES IDENTIFICADAS EN PARCELAS ANTIGUAS DE VIDDE LA COMUNIDAD DE MADRID Desde el año 2009 se han localizado plantas centenarias en diversas parce- las de vid de la Comunidad de Madrid, que los viticultores conservaban por haber sido legadas por sus antepasa- dos, pero cuya identidad desconocían. Figura 1. Zonas prospectadas de viñedos donde se han encontrado variedades minoritarias.
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