INMOLOGÍSTICA 80 Los años de la pandemia parecen no haber sido suficientes, y es que crisis como la del Mar Rojo o el conflicto ruso-ucraniano, unidas al actual escenario de incertidumbre económica, continúan poniendo sobre la mesa la necesidad de contar con operativas e infraestructuras preparadas para hacer frente a situaciones cada vez más desafiantes. El temor social surgido por este nuevo paradigma, así como sus notables consecuencias, ha generado un claro impacto en cuanto a volúmenes de inversión de capital en el área inmologística, existiendo una tendencia de migración hacia actividades que parecen resultar menos arriesgadas, reduciendo la liquidez del mercado y disminuyendo las transacciones. Factores como la subida de los tipos de interés o la descompresión de yields, entre otros, hicieron que a finales de 2023 la contratación de suelo logístico experimentara una breve disminución, resultando este hecho una consecuencia directa del panorama desafiante al que sectores como el inmobiliario deben hacer frente. Pese a ello, el mercado inmologístico no ha cejado en su empeño por mejorar sus infraestructuras, adaptándolas a las necesidades de sus clientes y haciendo naves cada vez más preparadas para abordar todo tipo de desafíos, desde los provenientes de las crisis internacionales hasta las presentes por roturas de la cadena de suministro. Es de esta manera cómo, a pesar de las adversidades que se le han presentado, la inmologística continúa manteniendo una actitud resiliente, generando un gran interés para sus inversores, lo que se traduce en una visión positiva de cara a este 2024. Y es que, aunque la oferta española pueda resultar limitada, según el Real Estate Market Outlook 2024 de CBRE, el interés por su suelo inmologístico se mantiene -mayoritariamente en la zona centro, donde se concentra el 70% del total de las ventas de suelo respecto al pasado año-. En este contexto, la importancia de contar con activos preparados para abordar las nuevas necesidades que surgen resulta esencial, no sólo para poder reducir el impacto de las externalidades negativas, también para consolidar la figura de la inmologística como un ejemplo de resiliencia. El concepto, popularizado hace ahora casi un lustro, sigue reflejando el espíritu de una industria que, siguiendo el ejemplo de referentes como GLP, no solo acompaña al mercado y sus tendencias, sino que lo guía. De ello seremos testigos en un 2024 donde el paso al uso de energías más limpias –alineado con el objetivo de cero emisiones para los nuevos edificios a partir de 2028 de la UE-, se unirá a la necesidad coyuntural de disponer de un mayor estocaje. Garantizar la disponibilidad de las mercancías, reducir los tiempos de respuesta y asegurar la flexibilidad de la cadena de suministro serán algunos de los escenarios que, en el presente año, marcarán un devenir positivo para el sector inmologístico donde, una vez más, GLP se posiciona como uno de los actores que marcarán la pauta. n Un 2024 marcado por la resiliencia inmologística Los desafíos han sido y siguen siendo muchos para el sector logístico, y es que este, como muchos otros, peca de tener una gran dependencia internacional, hecho que refuerza la inevitable influencia de los numerosos eventos que se están viviendo a lo largo y ancho del mundo. Miguel Monreal, business development director de GLP C M Y CM MY CY CMY K
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