27 SEGUROS Suscripción Obligatoria (SOA), más conocido como el seguro obligatorio, por el que las compañías aseguradoras responden por los conductores con ciertas limitaciones que se estipulan en cada póliza de seguro. El conglomerado de las compañías de seguro conforma el Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Esta entidad desempeña múltiples funciones en el ámbito del seguro, y entre ellas destacan las relacionadas con la cobertura de los riesgos extraordinarios, el seguro obligatorio de automóviles, el seguro agrario combinado y la liquidación de entidades aseguradoras. De este modo, se establece que todo propietario de un vehículo a motor, ciclomotor, remolque o semirremolque de más de 750 kg de MMA que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir un contrato de seguro obligatorio por cada vehículo del que sea titular, que cubra la responsabilidad civil a que se refiere el párrafo anterior. Según el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA), el número de vehículos asegurados en nuestro país se situó en 33.231.237 unidades en el segundo trimestre de 2023, con un crecimiento interanual del 1,44%. Es decir, el promedio de vehículos en circulación en nuestras calles y carreteras se ha visto aumentado en 472.175 unidades. MEDIR EL RIESGO El trabajo de transportista se encuentra entre las actividades que tienen un mayor riesgo de accidentes. Así lo confirman los datos que recoge el Ministerio de Trabajo. Porque el sector del transporte por carretera sufre tres veces más accidentes graves o mortales que la media del resto de los sectores laborales. Los daños del conductor, del vehículo propio, de la mercancía transportada, asistencia en viajes, etc., deben contratarse como extensión del seguro obligatorio contemplado en el Real Decreto Legislativo 8/2004. Resuelta la necesidad de protegernos frente a contingencias que provoquen daños a terceros, e incluso a nosotros mismos, se deberá establecer qué se debe asegurar, frente a qué riesgos, la cuantía que se desea salvaguardar y las responsabilidades que se quieren cubrir. Cuando la preocupación es mantener a salvo el capital, se debe tener en cuenta que aquello que supone grandes inversiones, muchas veces podría poner en cuestión la viabilidad económica de la empresa de transportes. Además, se debe tener en cuenta que el coste del seguro representa actualmente un porcentaje elevado entre los gastos que debe afrontar anualmente una compañía de transportes situándose el 4 en su ranking (datos del Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera del MITMA, de abril de 2022), tras los gastos de personal, los de combustible y los de amortización del vehículo. Entre estos datos anterior se contemplan los derivados de la responsabilidad civil del vehículo y su remolque o semirremolque, seguro de la mercancía, accidente del conductor, retirada de carné, daños propios, asistencia en viaje, rotura de lunas y defensa jurídica, pero no se contemplan todos los seguros que son susceptibles de destacarse y que también comentaremos en estas páginas. Atendiendo los riesgos y coberturas que puede cubrir una póliza de seguros se pueden destacar los riesgos derivados de los hechos de circulación que, realmente son los únicos legalmente obligatorios y cubrirán los daños personales y materiales relacionados con los accidentes de tráfico que podamos causar con nuestro camión o remolque. Los riesgos relacionados con la carga que transportemos, y que tienen que ver con los daños totales o parciales de la mercancía transportada, robos, vandalismos, etc. Los riesgos de explotación y operaciones, para asumir las responsabilidades por las demoras en la recepción o entrega de las mercancías. Los riesgos por impagos, más conocidos como los de crédito y caución. Los riesgos de los trabajadores, para poder atender las exigencias de convenios colectivos. Riesgos de las instalaciones de la empresa para cubrir las contingencias ocurridas en las bases de las empresas a clientes, proveedores, trabajadores, etc. Riesgos derivados del cumplimiento legal y poder atender las responsabilidades civiles derivadas de incumplimientos del marco normativo que regula el transporte. Defensa jurídica y reclamación de daños, dando cobertura a las acciones legales de reclamación o defensa de daños cometidos o recibidos. Riesgo medioambiental para hacer frente a los siniestros de reparación de los daños medioambientales, como gastos de restauración, limpieza, descontaminación, etc. Riesgos relacionados con la ciberseguridad para proteger las operaciones frente a los ataques digitales. Según recoge el Ministerio de Trabajo, el transportista se encuentra entre las actividades que tienen un mayor riesgo de accidentes
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