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ENTREVISTA 25 Existen situaciones intolerables que todos hemos visto en lugares de carga y descarga que han de acabarse, debe existir muchísimas más áreas de descanso seguras, vigiladas y con todos los servicios, porque quien trabaja en ruta, debe poder descansar en ruta como una persona y no como se ven obligados a hacerlo muchas veces que es en situaciones inhumanas. Todos tenemos un papel aquí: empresas de transporte, cargadores y administraciones. ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en el transporte a temperatura controlada? Juegan un papel importantísimo. Nosotros llevamos máquinas cada vez más ef icientes en sus procesos (bajas emisiones, temperaturas estables y fiables, baja o nula afección al producto…), y que generan una cantidad ingente de información que puede tratarse para optimizar el servicio. Las tecnologías nos ayudan a que la fresa de Huelva pueda comerse en Finlandia casi tan buena como recogida de la propia planta, a un precio razonable y en un tiempo récord. Pero no debemos olvidar, enlazando con lo anterior, que la nuestra es una labor fundamentalmente humana, en un sector tan impredecible y exigente, prima la decisión a la información, la voluntad a los límites técnicos, y son nuestros conductores y, también especialmente, nuestros directores de tráfico, los que diariamente “ponen la mesa” de millones de europeos, con todo el respeto al resto de profesionales de la cadena de suministro. Respeto que reclamo para los nuestros, asimismo. En cuanto a innovación medioambiental, ¿qué nos puede decir? Es muy importante que todo el sector tomemos consciencia de que los recursos son limitados, que debemos reducir emisiones, porque todas ellas afectan, en primer lugar, a nuestro ecosistema que, no debemos olvidarnos, es quien genera nuestro trabajo, pues el transporte frigorífico depende en mayor medida que ningún otro de los recursos naturales. Dicho lo cual, hay que destacar que, si realmente se quieren llevar a cabo políticas que favorezcan la reducción de emisiones, éstas deben ser, en primer lugar, realistas y, en segundo lugar, transversales y apuntar en un único sentido. ¿Cómo se explica que únicamente se apoye la compra de vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno, cuando los fabricantes de vehículos pesados no han puesto a disposición del sector, aún, estas tecnologías con un mínimo de eficiencia y a un precio asequible, mientras por iniciativa de la CNMC, dependiente del Ministerio de Economía, se eliminaron los requisitos de edad de los vehículos para acceder al mercado? La explicación la desconozco, pero el resultado es que la flota de vehículos pesados para el transporte de mercancías cada vez más es de mayor edad y, por tanto, menos eficiente y más contaminante. De cara a futuro, ¿qué retos afronta el sector a corto y medio plazo? ¿Queda mucho por hacer en materia de legislación? El problema de la falta de conductores, que se antojaba un problema a largo plazo no hace mucho, se ha convertido, probablemente, en el problema más acuciante ya no a medio plazo, sino a corto. Ese horizonte marca a su vez otros retos vinculados a hacer más atractiva la profesión, como puede ser la eliminación del intercambio de palés, la consecución de un convenio único de ámbito nacional, la prohibición de la carga y la descarga a nivel europeo, el desarrollo de áreas de descanso seguras, etc., todos ellos vinculados a una dignificación de la profesión, como hemos expuesto en anteriores respuestas. El reto medioambiental también ha de centrar nuestros esfuerzos y los de nuestros gobernantes. Se ha de cambiar la perspectiva tanto del sector, como de los cargadores asumiendo que un servicio más sostenible medioambientalmente es un valor añadido y, por lo tanto, debe hacerse entre todos sostenible social y económicamente; hay que trabajar en medidas sencillas de implementar que favorezcan una transición ecológica: Que el acceso al sector sólo pueda hacerse con vehículos de bajas emisiones (mínimo Euro 6), eliminar los portapalés y su contenido ganando más de una tonelada de carga útil en cada servicio; bonificaciones f iscales que apoyen inversiones en ef iciencia energética para las empresas, etc. Todo ello comporta, obviamente, cambios legislativos y poca o nula inversión pública. Quizás haya menores ingresos en Impuesto de Sociedades si se favorece la inversión de mejores técnicas disponibles con deducciones, aunque como conlleva mayor inversión y, consiguientemente, mayor actividad la rebaja puede verse compensada por otros ingresos. Pero cambios legislativos no solo quedan por hacer, sino que es imposible prescindir de ellos. La legislación es la armadura de las naciones: nos protege, nos ampara, pero como las naciones están vivas y evolucionan, cambian, engordan o adelgazan, hay que estar constantemente adaptándola a las necesidades emergentes. Todo ello sin dejar de desarrollar lo que se ha conseguido. Completar el desarrollo de la Ley de la Cadena Alimentaria con la regulación de la subcontratación, como mínimo, es el reto más inmediato a nivel legal. n

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