Tierras Vacuno_TV6

ALIMENTACIÓN 45 La utilización del ensilado de maíz en el engorde y cebo de terneros es una práctica común en la mayoría de los países de Europa, dado su elevado contenido energético, siendo una dieta muy apropiada cuando se trata de producir carne, comparándola con el ensilado de hierba. La planta de maíz difiere de las pratenses en una serie de características muy importantes a la hora de utilizar el ensilado: • La digestibilidad de la planta entera permanece constante entre el estado lechoso del grano y la madurez, esto es debido a que, a medida que la planta se acerca a la madurez, aumenta la proporción de la mazorca, que es la parte más digestible del total de la planta, compensando la caída de la digestibilidad de las hojas y tallos. • A medida que la planta madura, después de la floración, los azúcares que se forman en las hojas se transfieren a las mazorcas y se almacenan en forma de almidón en los granos. Dada la constante composición de la planta de maíz, el modelo general de fermentación, para la mayoría de los silos, es como sigue: 1. La completa fermentación de los azúcares solubles produce, como media entre, 4,5-5% de ácido láctico, 0,5-1,0% de ácido acético,1,3% de etanol producido por levaduras, 0,2% de ácido butírico. 2. Se produce una caída rápida a pH menores de 4,2 no se observará la presencia de bacterias sacarolíticas, por lo que el silo en pocas ocasiones contendrá ácido butírico. 3. No se producirán cambios, durante la fermentación en el contenido en almidón. 4. La presencia de cantidades elevadas de nitrógeno soluble, entre un 26 y un 47% del nitrógeno total, indica que se produce una degradación importante, de la fracción proteica de la planta, a aminoácidos libres. 5. Un bajo nivel de nitrógeno amoniacal (sobre el 9% del total), indica que la rápida caída del pH reduce la actividad proteolítica-clostrídica a muy bajos niveles. Podemos decir que el proceso de ensilado está asociado a una serie de cambios que van en detrimento de su valor nutritivo, no siendo el menor la formación de ácidos orgánicos y la degradación de la proteína a nitrógeno no proteico (NNP). Consecuencia de ello es que la suplementación con nitrógeno no proteico (urea) está limitada además de por su baja ingestión de energía, por la presencia de cantidades relativamente importantes de NNP, en el silo, como consecuencia de los procesos de fermentación. No obstante, en presencia de energía suplementaria suficiente, no debe haber diferencias importantes en la utilización de nitrógeno de uno u otro origen. La ingestión se puede mejorar restringiendo la fermentación y dado que se produce en menor extensión, cuando el contenido en materia seca es mayor que cuando la planta es rica en humedad o no está madura, se recomienda ensilar cuando el contenido en materia seca es del orden 30-35%. Está comprobado que, si se ensila el maíz demasiado pronto, al no acumularse suficiente materia seca en los granos, aumentan las pérdidas por escurrido, del orden del 5% al 8% de materia seca (MS). En el estado de madurez fisiológica, cuando los granos de maíz tienen entre un 62% a 65% de materia seca, la planta entera tiene un 32% a 35% y corresponde con los máximos rendimientos por Ha de grano y materia seca para ensilar, lo que se recomienda para empezar a ensilar cuando el grano se encuentra en estado vítreo y duro, cosa que suele ocurrir entre 50 y 55 después de la emergencia de los ectimas. INGESTIÓN El valor alimenticio del ensilado dependerá de su propio valor nutritivo y de su ingestión potencial. La ingestión voluntaria del ensilado de maíz es superior al de la hierba y puede variar entre un 1,5% y 2,2% del peso vivo del animal, estando condicionado, por varios factores como son el tipo de dieta alimentaria, la edad del animal, su peso y muy especialmente el contenido en materia seca del ensilado. Hay pruebas realizadas donde se ha demostrado que el consumo de ensilado de maíz aumenta con el contenido en materia seca, demostrándose que cuando el contenido en materia seca del ensilado pasa de 20% al 35%, se produce un aumento en la ingestión de 0,20 kg de MS por cada 100 kg de peso vivo, siendo este efecto más marcado cuanto más jóvenes son los terneros, también se ha demostrado que para contenidos en materia seca superiores al 35%-40%, no solo no aumentaba la ingestión del ensilado, sino que disminuía ligeramente, aunque esta mejora en la ingestión solo se vio reflejada en muy pequeña proporción en las ganancias de peso vivo. Como conclusión se puede decir que parece que se produce una mejora en el contenido en energía neta, a medida que la planta madura, sería debido al aumento en contenido en almidón. EL MAÍZ ENSILADO COMO BASE PARA EL COMPLEMENTO PROTEICO DE LA RACIÓN Con el ensilado del maíz se suelen utilizar diferentes mezclas como son cereales (maíz o cebada en grano) o bien también pulpa de remolacha, a los que se adiciona en concentrado complementario, fundamentalmente proteico, cuyo nivel de inclusión se va reduciendo según avanza la edad y el peso de los animales.

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