TV5 - Tierras Vacuno

SOSTENIBILIDAD 56 Vacas lecheras en un campo de hierbas. Para que el suelo realice su función depuradora-transformadora correctamente, sólo se puede realizar si se aplican los estiércoles y los purines en dosis agronómicamente correctas para poder correr el ciclo de producción de la actividad agraria, es decir, llegar al equilibrio entre las aportaciones de nutrientes por vía de los residuos ganaderos y las extracciones que realizan los cultivos. EFLUENTES DE LAS INSTALACIONES DE ORDEÑO Los efluentes de las instalaciones de ordeño tienen un origen diverso, las podemos agrupar en dos grupos: • Aguas Verdes. Aguas procedentes de la limpieza de locales como salas de ordeño o salas de espera. Son aguas más o menos cargadas de deyecciones (sólidas y líquidas) y con algún resto de material de cama y de alimentos. Esta agua presenta una concentración variable de deyecciones, según la instalación de ordeño y también según la rutina de ordeño empleada, puede incluir agua de limpieza de las ubres que contienen restos de deyecciones y escasas cantidades de productos desinfectantes. • Aguas Blancas. Proceden del lavado de los equipos de ordeño y de los tanques de refrigeración de la leche, que se dividen en tres partes diferentes: aguas de prelavado (aguas cargadas principalmente de residuos de leche); aguas de lavado (en una elevada concentración de productos de limpieza); aguas de enjuagado (aguas más o menos cargadas de productos de limpieza). Hay que incluir la leche no apta para el consumo eliminada durante el ordeño, a causa principalmente de la mamitis, donde podemos encontrar restos de medicamentos. La eliminación de las aguas con restos de leche debe realizarse mezclándose con los purines. EFLUENTES DE ENSILADOS Los efluentes de ensilados son un foco de contaminación altamente tóxico, que a menudo se olvida en nuestro entorno, a pesar de ser uno de los más extendidos y poseer la carga contaminante más elevada de todos los residuos producidos en las explotaciones ganaderas. El volumen de efluente producido depende de la cantidad de material que vayamos a e ensilar, su estado de madurez y el contenido en materia seca (m.s.). El contenido en materia seca varía en gran medida con las condiciones climatológicas en el momento de ensilar. Si el tiempo es bueno, el ganadero suele realizar un prehenificado previo sobre el terreno, lo cual reduce la cantidad de agua del forraje. Así se consigue reducir la cantidad de efluentes producidos y mejorar las condiciones de conservación del alimento, además de disminuir las pérdidas por descomposición de proteína en amoniaco. El prehenificado no debe prolongarse mucho más de 24 horas, ya que el proceso de respiración se realiza a expensas de la energía del alimento. Podemos considerar que las cantidades de efluentes son máximas para silos de hierba con 15–16% de m.s., y prácticamente nulas para ensilados de maíz con m.s. entre 25–30%. La producción de efluentes es máxima en los 3-5 días previos al cierre del silo, y a partir aproximadamente de los 30 días la producción es insignificante. LOS RESIDUOS GANADEROS Y SU ELIMINACIÓN Para eliminar de una forma satisfactoria el conjunto de efluentes de una explotación ganadera de vacuno de leche, puede ser mediante el almacenamiento y su posterior distribución en el campo, como enmienda orgánica o bien someterlos a un determinado tratamiento (fotosintético, aeróbico o anaeróbico). Siempre que se disponga de una zona de almacenamiento con capacidad suficiente (3-4 meses, según zona donde se encuentre la explotación y climatología local), se debe optar por el almacenamiento. El purín de las explotaciones que lo almacenan en fosas cubiertas tienen un contenido en nitrógeno orgánico y nitrógeno total de 2,12 y 3,88 sobre materia seca (m.s.), respectivamente y son significativamente menores de los mismos contenidos en el purín almacenado en fosas descubiertas (2,66% y 4,66% sobre m.s.). También podemos reseñar como caso significativo, que el purín de las explotaciones que tienen materiales inertes (goma, hormigón) en la solera de los cubículos, tienen un contenido de materia orgánica oxidable y materia orgánica total 58,39% y 71,29% sobre materia seca (m.s.) respectivamente y son significativamente menores de

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