TECNOLOGÍA 25 Por otro lado, es esencial fomentar un entorno facilitador para que el sector ganadero incorpore las tecnologías a sus procesos. Los ganaderos necesitan contar con un respaldo técnico independiente que les ayude a familiarizarse con las innovaciones tecnológicas. Debemos fortalecer el papel de la transferencia de conocimiento desde las universidades y centros de investigación, subrayando la importancia del asesoramiento digital y la formación en la implementación y uso de la tecnología. Además, es necesario establecer una coordinación y colaboración más estrecha entre los desarrolladores de tecnología y el sector de la investigación para adaptar la tecnología disponible a las necesidades concretas. En este proceso, será fundamental aprovechar las habilidades digitales de los jóvenes ganaderos involucrándolos en la formación de otros ganaderos. La participación de early adopters o influencers en la tecnificación ganadera, puede ser una estrategia clave para reducir la brecha digital y promover la adopción de tecnología. Por supuesto nos enfrentamos también al desafío del estrés vinculado a las nuevas tecnologías, por el exceso de datos y alertas. El objetivo es no encontrarse frente a pantallas saturadas de información y alertas, que sobrecargan de información difícil de digerir a los usuarios finales. Necesitamos continuar simplificando la presentación de datos, identificar indicadores y ratios adecuados para optimizar la toma de decisiones sin dificultad. Por otro lado, la adopción de tecnología implica una inversión inicial significativa sin beneficios económicos evidentes. Estamos delante de un coste de implementación elevado, donde no siempre se observan cambios significativos de la rentabilidad o producción entre las explotaciones (early adopters) que han invertido en digitalización y aquellas que no lo han hecho. Por ejemplo, en el estudio de Steeneveld et al., (2015), el objetivo era analizar el impacto de la inversión en sensores sobre la productividad de granjas lecheras, y para ello se analizaron los datos contables de 217 explotaciones lecheras holandesas durante seis años (2008-2013). En este estudio no observaron cambios en la productividad ni tampoco las mejoras técnicas esperadas según los desarrolladores de la tecnología, lo que sugiere que estas mejoras no terminaron de funcionar o materializarse en la realidad de la granja. En resumen, se necesita proporcionar más información al ganadero, fomentar la capacitación y el asesoramiento, con el fin de mejorar la utilización de los datos proporcionados por los sensores en la toma decisiones para conseguir una mejora de los rendimientos de las granjas. En lo referentes a los desafíos a lo que se enfrenta la tecnología, es esencial distinguir entre las dos formas de abordarla. Debemos diferenciar si la tecnología ha sido desarrollada e implementada específicamente para su aplicación en las explotaciones ganaderas o si, por el contrario, estamos adaptando tecnología desarrollada para otros sectores, lo que requerirá de una validación a nivel de campo. Una crítica constante hacia las empresas tecnológicas radica en la presencia de tecnología no madura en el mercado, es decir, que no ha sido probada a nivel de campo o no cuenta con pruebas suficientes. Los ganaderos pueden llegar a sentir que están siendo utilizados para validar productos que se encuentran en una fase inicial de desarrollo, por lo que existe el temor de encontrarse con pérdidas productivas ante cualquier error. Por otro lado, en el mercado existe aún una oferta tecnológica limitada en algunos sectores, con pocas opciones donde elegir. Es esencial ampliar y diversificar el abanico de posibilidades. Naturalmente, en condiciones de campo, la tecnología debe ser robusta y resistente a golpes, suciedad y condiciones ambientales cambiantes y extremas. Además, es fundamental que los sensores que miden indicadores de los animales sean ergonómicos, cómodos y se adapten al animal, con tamaños adecuados. Aunque también sea evidente, hay que remarcar que la precisión y la exactitud son dos condiciones que deben ser verificadas al validar una tecnología. Es necesario obtener información precisa y datos consistentes, que las mediciones sean valores cercanos entre sí, y que la información sea exacta, es decir, que los datos proporcionados se aproximen al real. Además, la información que nos proporciona la tecnología debe tener el menor número posible de falsos positivos y negativos. También nos enfrentamos a la falta de estandarización en la recopilación de datos, lo que limita la capacidad de intercambiar información y dificulta la comprensión de la variabilidad en la respuesta individual de los animales. Finalmente, es crucial que la tecnología de diferentes proveedores permita la integración de datos de múltiples sensores para obtener información precisa y consistente que nos ayude en la toma de decisiones. En conclusión, si queremos promover la digitalización ganadera, debemos encontrar retornos de inversión más alta con tecnologías más accesibles y validadas. Necesitamos de investigaciones independientes que analicen la eficacia y el posible rendimiento económico de invertir en tecnología.n
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