ALIMENTACIÓN en términos productivos. El otro condicionante ha sido la bajada en el número de hectáreas de cultivo. Esto se debe sobre todo al mayor atractivo de los cereales por los altos precios de las materias primas que se observaron en 2022. No obstante, los agricultores que apostaron por la alfalfa en regadío han podido sacar adelante los cortes a lo largo del verano y el beneficio ha sido superior respecto a los cultivos de cereal. ¿Qué momento atraviesa la industria española del forraje deshidratado? Actualmente el sector atraviesa por un momento de inestabilidad generalizada. Tras superar la pandemia ahora nos enfrentamos a nuevos problemas como la inflación o las tensiones geopolíticas, todo ello marcado por una elevada volatilidad en los mercados y situaciones muy cambiantes en general y poco predecibles. Esto repercute de forma directa en la toma de decisiones de las industrias. Sin embargo, me gustaría destacar la adaptación que han demostrado las empresas de este sector. Con la subida en el precio de la energía que provocó la guerra en Ucrania, la práctica totalidad de las industrias deshidratadoras han acometido grandes inversiones para no depender de la energía eléctrica, a través de instalaciones fotovoltaicas o calderas de biomasa, lo que ha permitido contener los costes. En este sentido. creo que somos un sector muy dinámico y puntero en materia de sostenibilidad. ¿Qué papel juegan las cooperativas actualmente en este sector? Las cooperativas son un modelo de negocio instaurado desde hace muchos años en nuestro país y tienen su peso en AEFA. En estos momentos hay 23 cooperativas que forman parte de la asociación y representan un volumen importante en la producción de forraje deshidratado en España. El alza de costes que han experimentado los cultivos extensivos, ¿ha elevado el atractivo de la alfalfa en las rotaciones? Entre las ventajas que tiene la alfalfa como cultivo es su baja demanda de productos fitosanitarios. Otra de sus cualidades reside en que se implanta cada 5 años, lo que reduce costes relacionados con las labores de siembra. Además, como hemos comprobado en las últimas campañas con la escasez de precipìtaciones, la alfalfa soporta sin dificultad estos periodos de sequía y tiene un coste de mantenimiento, en general, muy reducido si lo comparamos con otros cultivos extensivos. Por no entrar en las ventajas medioambientales que también aporta en las explotaciones. ¿Qué perspectivas manejan en cuanto a la superficie de cultivo para la próxima campaña? ¿La demanda de semilla ha aumentado? La sensación que tienen las industrias, cuya interlocución con los agricultores es directa, es que podría haber más superficie de cultivo de cara a 2024. Esta año percibimos una mayor demanda de semilla de alfalfa y de otros cultivos forrajeros. La rotación de cultivos que promueve la nueva PAC, beneficia a los cultivos mejorantes. En todo caso sería positivo que se recuperara ese 10% de superficie que se ha perdido esta campaña, pero todavía es pronto para saberlo. ¿Cómo va a influir el diseño de la nueva PAC en el cultivo de alfalfa en España? Para la campaña 23-24, la entrada en vigor de la PAC llegó un poco tarde para el cultivo de la alfalfa y con una complejidad elevada. Además, en diciembre de 2022 la mayoría de las decisiones de siembra ya estaban tomadas. A pesar de todo, una vez que se han entendido las claves de la nueva PAC y cómo hay que gestionar las explotaciones, creo que va a favorecer el cultivo de alfalfa en España. La obligatoriedad de introducir especies mejorantes en el ecorregimen relativo a la rotación de cultivos, puede beneficiar a la alfalfa por su condición de leguminosa forrajera. El director de AEFA en el certamen Vietstock 2023 Expo & Forum celebrado el pasado año en Vietnam. 23
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