TV1 - Tierras Vacuno

SALUDA 8 De hecho, el mayor número de granjas lecheras se encuentra en la zona de la cornisa cantábrica, muy especialmente en Galicia, caracterizadas por un menor tamaño. Le siguen Castilla y León, Cataluña o Andalucía, con un modelo de granjas demayor dimensión. Tampoco podemos hablar de un modelo homogéneo del sector vacuno de carne, ya que las condiciones climáticas y orográficas influyen mucho en el tipo de granja presente en cada región. A ello hay que añadir que el sector se divide en dos actividades productivas diferenciadas, y encontramos una mayoría de granjas especializadas, bien en la cría de vacas nodrizas o bien en el engorde de terneros, y cada una de estas actividades se desarrolla con unos condicionantes diferentes. De manera general se puede afirmar que las granjas de vacas nodrizas son en su mayoría extensivas, con aprovechamiento de superficies de pastos, localizadas mayoritariamente en Castilla y León, Extremadura, Andalucía y zona de la cornisa cantábrica. Además, se pueden diferenciar dos modelos productivos según su localización. La cornisa cantábrica se caracteriza por contar conun grannúmerode granjas de pequeña dimensión (11 vacas de media), mientras que en las zonas de dehesa las explotaciones son demayor tamaño (46 vacas de media). Por su parte, las granjas especializadas en el engorde de terneros son más tecnificadas, con menor base territorial, y se sitúan cerca de los grandes centros de consumo, también con variabilidad de tamaños. De manera general, los cebaderos más grandes son precisamente los más cercanos a los puntos de consumo (zonas de Castilla y León, Cataluña o Aragón), mientras que existen numerosos cebaderos de un tamaño más reducido en zonas más alejadas, (principalmente en la cornisa cantábrica. UN SECTOR EN CONSTANTE EVOLUCIÓN El sector vacuno es un sector en permanente evolución, ya que a lo largo de los años se ha ido adaptando a distintos cambios y condicionantes, tanto sociales, como sanitarios o los derivados de las compromisos nacionales e internacionales y de las propias iniciativas legislativas. A pesar de ser un sector tradicional y muy ligado a zonas rurales, ha demostrado su capacidad de adaptación, su marcado carácter innovador y su compromiso con la sociedad a lo largo del tiempo bajo las circunstancias de cada momento. Este compromiso ha quedado sobradamente demostrado en estos últimos años, en los que la situación ha sido tremendamente compleja, con una pandemia que hizo peligrar el abastecimiento alimentario, y un aumento de los costes de producción y de la inflación sin precedentes como consecuencia del desequilibrio de mercado derivado de la invasión rusa de Ucrania. En el contexto actual, el equilibrio de la cadena de valor agroalimentaria y el traslado de los costes a lo largo de la misma se antoja fundamental. A este respecto, la nueva ley de la cadena en la que se ha introducido la obligatoriedad de que el precio de los contratos cubra el coste de producción, juega un papel fundamental para garantizar la viabilidad y competitividad de las granjas de vacuno. La necesidad de medidas para paliar los desequilibrios de la cadena, en la que ley española es pionera en la UE, ya se puso de manifiesto hace años en el sector lácteo, durante la transición hacia el final del régimen de cuotas. Por ello fue el primer sector en el que se desarrollaron un conjunto de medidas, englobadas dentro de lo que se conoce como el ‘paquete lácteo’. Entre esas medidas, con el fin de mejorar la transparencia y reforzar la posición negociadora de los productores, se encontraba la obligatoriedad de la celebración de contratos y el reconocimiento de organizaciones de productores y su capacidad para negociarlos en común, incluido el precio. España lleva aplicando estas medidas desde el año 2012, no obstante, y en línea con todo lo previsto en la ley de la cadena, el paquete lácteo también ha sido reforzado a lo largo de 2021 para evitar precisamente la destrucción de valor a lo largo de la cadena. Al margen de estas cuestiones, situaciones excepcionales como la invasión rusa de Ucrania, que ha tenido como consecuencia un fuerte incremento de los costes de producción, fundamentalmente de las materias primas para alimentación animal, han requerido de medidas excepcionales. Así lo entendió el Gobierno y con diligencia adoptó un importante paquete

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