TV1 - Tierras Vacuno

ALIMENTACIÓN 55 con 24 terneras entre los 236 kg de peso vivo y los 374 kg, y alojadas en grupos de tres animales, se compararon los resultados productivos de los tratamientos 10% paja y 19% heno de alfalfa. Las terneras alimentadas con heno de alfalfa ingirieron más alimento (9,5 vs 8,4 kg/d), crecieron más deprisa (1,45 vs 1,29 kg/d), pero con el mismo índice de conversión que las alimentadas con paja. Además, las características comerciales de las canales fueron las mismas en ambos tratamientos, lo que demuestra que es posible, desde el punto de vista técnico, realizar el cebo con la inclusión de este nivel de forraje. APLICACIÓN DEL CONCEPTO DE FIBRA FÍSICAMENTE EFECTIVA En resumen, con la información aportada hasta ahora creo que se ha puesto en evidencia la relación existente entre el forraje ingerido, y con él la fibra que contiene, el tiempo de rumia y de masticación, el pH del rumen y el bienestar de los terneros durante el cebo. Este bienestar se ha constatado mediante indicadores específicos o mediante cambios en el comportamiento de los animales. Hemos comprobado también que existen fuentes de fibra no forrajera que pueden ser una alternativa a la paja de cereal comúnmente empleada. En cualquier caso, la fibra debe estimular la masticación y la rumia, y con ellas la salivación que permita, con su contenido en substancias tampón, neutralizar los ácidos de fermentación que genera el consumo de cantidades importantes de concentrado. En def initiva, esta f ibra debe ser efectiva. Mertens introdujo el concepto de fibra físicamente efectiva (FNDfe) que incorpora información sobre el tamaño de partícula y el contenido en fibra neutro detergente (FND). Fox y Tedeschi sugirieron, y más tarde la octava edición revisada de los Nutrient Requirements of Beef Cattle incluyeron las recomendaciones, que el contenido en FNDfe de las raciones para los terneros en cebo intensivo debía estar entre el 7% y el 10% para mantener el pH ruminal por encima de 5,7. Este intervalo no surgía de un estudio experimental concreto, sino a través de unas ecuaciones propuestas por Pitt y colaboradores. Con la finalidad de constatar que estos márgenes de FNDfe eran correctos, realizamos un experimento en el que testamos cuatro proporciones de FNDfe (6,4%, 10,4%, 13,6% y 15,4%, en porcentaje de materia seca), trabajando con paja de cebada que fue previamente troceada mecánicamente, tamizada con el Separador de Partículas de Pensylvania y sólo considerando las partículas de más de 4 mm, que son las que contienen fibra físicamente efectiva, para realizar el estudio. Las conclusiones más importantes fueron que a medida que aumentaba la proporción de FNDfe disminuía la ingestión demateria seca y aumentaba la de FNDfe. El tiempo dedicado a la rumia aumentaba a medida que aumentaba la proporción de FNDfe y que el tiempo en el que el rumen estaba por debajo de niveles de pH considerados críticos disminuía a medida que aumentaba esta proporción (figura 3). Los resultados permitieron concluir que la proporción que promueve el tiempo de rumia y preserva la funcionalidad del rumen sin comprometer los resultados productivos era la que contenía un 10,4% de fibra físicamente efectiva, coincidiendo con el nivel superior propuesto por Fox y Tedeschi y NASEM. A efectos prácticos, la principal implicación que tiene este dato es que, aunque un ternero realmente consumiera un 10% de una paja de cebada con un 72% de FND, no llegaría a consumir el 10% de FNDfe recomendado. En conclusión, sería necesario y prudente revisar la alimentación y el manejo de la alimentación en los cebaderos para garantizar que los terneros consuman la fibra necesaria que asegure su bienestar y evite el posible rechazo del consumidor cada vez más sensible a este principio. n Figura 3. Efecto del porcentaje de fibra físicamente efectiva (FNDfe) sobre el tiempo de rumia y el número de horas con un pH ruminal inferior a 5,8.

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