TV1 - Tierras Vacuno

ALIMENTACIÓN 54 más pequeñas en contra de las más grandes. En nuestro caso, haciendo la separación de partículas entre las mayores y menores de 1,18 mm, mediante el Separador de Partículas de Pennsylvania, observamos que las terneras que recibían la mezcla no mostraron este comportamiento de selección. FACTORES LIGADOS A LA PROPORCIÓN DE FORRAJE O AL TIPO DE FIBRA SUMINISTRADA Alimentación todo concentrado Los costes asociados al uso de la paja o los problemas de manejo que comporta su empleo en los cebaderos que cuentan con “slats”, han llevado a algunos ganaderos a prescindir del forraje en el cebo de terneros en lo que se denomina un cebo “todo concentrado”. Existe evidencia que este sistema puede permitir obtener buenos resultados productivos. Con el objetivo de valorar las posibles consecuencias del uso de este método de alimentación sobre la ingestión, el comportamiento de alimentación, el entorno ruminal y el bienestar de los animales, se diseñaron dos experimentos. El primero contó con ocho terneras (143 kg de peso inicial) alojadas individualmente y se prolongó hasta alcanzar un peso final de 370 kg. El segundo, se realizó con 48 terneras (85 kg de peso inicial) alojadas en grupo (seis terneras por corral) y se llevaron a un peso final de 365 kg. En ambos experimentos, a la mitad de los animales se les suministraba concentrado y paja por separado, y a la otra mitad sólo concentrado. La oferta de los alimentos fue siempre ad libitum. El consumo de concentrado y la ganancia media diaria fue la misma en los dos tratamientos y en los dos experimentos, pero el índice de conversión fue mejor en los animales que sólo consumían concentrado. Al estudiar el comportamiento de alimentación, las terneras destinaban el mismo tiempo a comer el concentrado, pero el tiempo total dedicado a comer era más elevado en aquellas que además comían paja, que también dedicaban más tiempo a la rumia. El hecho de dedicar más tiempo a la masticación en las terneras que comían concentrado y paja, se reflejó en el pHmedio ruminal que fue de 6,1 en estas terneras, mientras que fue de 5,5 en las que sólo consumieron concentrado. Si bien no se encontraron diferencias significativas en los indicadores sanguíneos de bienestar, la aparición de un mayor número de secuencias repetidas de comportamientos que no tienen un propósito aparente o beneficio (estereotipias) en las terneras que sólo consumían el concentrado, sería un reflejo de falta de bienestar. Uso de fibra no forrajera La necesidad de incorporar una fuente de fibra en la alimentación de los terneros durante el cebo resulta más que evidente para promover la rumia y la masticación a un nivel adecuado para mantener la salud ruminal y el bienestar de los animales. Sin embargo, ello no excluye la posibilidad de incorporar a la ración una fuente de fibra no forrajera que permita prescindir de la paja y posibilite el uso de raciones mixtas completas. Con este objetivo empleamos tres fuentes de fibra no forrajera como son la cascarilla de soja (CS), la pulpa peletizada de remolacha (PR) y la semilla entera de algodón (SA), para compararlas con la paja de cebada (PC) troceada e incorporada al 10%, y usando en todos los casos mezclas “ unifeed”. Las tres fuentes de fibra alternativa se incorporaron a la ración en una proporción del 16-17%. La ingestión de materia seca fue la misma en los tratamientos PC, CS y PR, pero fue más elevada en SA (7,9 kg/d) que en el resto de los tratamientos (7,3 kg/d). El tiempo dedicado a la masticación fue similar en PC y SA (355 min/d) y más elevado en estos tratamientos que en CS y PR (253 min/d). A nivel del pH ruminal no hubo diferencias entre los tratamientos PC, PR y SA para el pH medio y mínimo, 6,3 y 5,5 respectivamente, mientras que los pH más bajos se registraron en el tratamiento CS, siendo de 5,9 y 5,1, para los valores medio y mínimo. Este tratamiento fue el que mantuvo a las terneras durante más tiempo en un pH por debajo de 5,8 y de 5,6 y, con ello, sometiéndolas a un mayor riesgo de presentar trastornos digestivos. Aumento en la proporción de forraje El empleo de más proporción de forraje en el engorde de terneros proporcionó excelentes resultados cuando se usaron ensilados en el cebo, igual que se usaban en el vacuno lechero. En aquellos estudios se comprobó por ejemplo, que el uso del ensilado de maíz en una relación concentrado:forraje del 50:50 permitía alcanzar la misma ganancia media diaria que la relación 90:10 de concentrado y paja, pero con un coste total inferior. Más recientemente, con la introducción de las raciones mixtas completas, quisimos comparar una ración con un 10% de paja de cereal, con raciones que tenían cantidades crecientes de heno de alfalfa (13%, 16% y 19%) y que se suministraban ad libitum a unas terneras entre los 280 kg hasta los 435 kg de peso vivo. La ingestión más elevada de materia seca se alcanzó con los tratamientos 16 y 19% de heno de alfalfa y la ingestión de fibra fue más alta en los tres tratamientos con alfalfa (1,9 kg/d) que con el de paja (1,7 kg/d). El tiempo dedicado a la rumia aumentó linealmente a medida que aumentaba la proporción de alfalfa en la ración, siendo de 330 min/d en el tratamiento con paja y de 372 min/d en el tratamiento con heno al 19%. Una vez más, este mayor tiempo dedicado a la rumia sugiere una mejora del entorno ruminal de los animales. En un segundo experimento, realizado

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