TS17 - Técnica y tecnología

12 I+D Utilizamos el proceso y el producto químico de plataforma como una ‘caja de herramientas’ para integrar propiedades biopotenciadas en el producto final”, explica Richter. Esto significa que pueden especificarse parámetros para el adhesivo especial objetivo, como el tiempo de curado, la elasticidad, las propiedades térmicas o la resistencia. Además, no sólo es fácil fabricar adhesivos, sino también sustancias relacionadas, como endurecedores, revestimientos o imprimaciones. En la siguiente fase, el equipo de Fraunhofer se dedicó a convertir las plumas a gran escala. La puesta a punto del proceso recayó en el Centro Fraunhofer de Procesos Químico-Biotecnológicos CBP de Leuna. El objetivo era demostrar que las plataformas químicas a base de queratina también pueden fabricarse de forma rentable a escala industrial. Para ello, se procesaron varios kilogramos de plumas de pollo, y el material producido se utilizó para las prometedoras pruebas iniciales de materiales en Fraunhofer IGB y Henkel. Figura 3. El proceso se amplió en Fraunhofer CBP, donde se procesaron varios kilogramos de plumas de pollo. Foto: Fraunhofer CBP. El proyecto KERAbond ha sido financiado y apoyado durante los últimos tres años por la Fachagentur Nachwachsende Rohstoffe (FNR) de Gülzow en nombre del Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura (BMEL) dentro del programa de financiación de Recursos Renovables (subvención número 22014218). LOS CIMIENTOS DE UNA ECONOMÍA BIOINSPIRADA Este proceso bioinspirado reviste especial importancia para la Fraunhofer-Gesellschaft. No sólo porque se trate de materias primas biodegradables o de métodos de fabricación especialmente eficaces. De hecho, la biotecnología es uno de los principales campos de investigación de la Fraunhofer-Gesellschaft. Richter explica el concepto subyacente: “Nos inspiramos en la funcionalidad o las propiedades que ya existen en la naturaleza o en las materias primas naturales. Y tratamos de traducir estas propiedades en productos mediante métodos de fabricación innovadores. Así se genera un ciclo bioinspirado para materias primas valiosas”. Fraunhofer IGB lleva años trabajando en todos los aspectos de la bioeconomía y ha desarrollado una experiencia exclusiva en lo que se refiere a la queratina, por ejemplo. Por eso, la empresa química Henkel se puso en contacto con Fraunhofer IGB para este proyecto. El proyecto tiene cierto peso económico. Según Statista, solo en Alemania se fabricaron alrededor de un millón de toneladas de adhesivos en 2019. El valor total ronda los 1.870 millones de euros. Y la producción científica también está en su punto: Se ha presentado una solicitud de patente para el nuevo proceso y se ha publicado un artículo en una revista científica. Se espera que dos estudiantes de doctorado que han llevado a cabo una amplia investigación sobre el proyecto en Henkel y Fraunhofer completen sus tesis en el primer trimestre de 2024. Esta nueva tecnología basada en la queratina permitirá producir una gran cantidad de productos químicos de plataforma de forma sostenible y bioinspirada. n

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