[influencia oriental] Por Gemma García tiempo estimado de lectura >>> 5 min. Entre las prácticas milenarias por excelencia destacan, por su carácter ritual y por su trascendencia más allá de lo físico, las artes marciales. El karate, el kung fu o el taekwondo, tienen su origen en las sociedades orientales, fuertemente rituales, donde el contacto místico con los dioses era uno de los caminos esenciales de conocimiento. A pesar de este carácter espiritual, el concepto de artes marciales engloba hoy en día muchas disciplinas y diversas tradiciones, siendo más conocidas por su vertiente competitiva, deportiva, o como instrumento de defensa personal, especialmente en los países de Occidente. Las artes marciales se desarrollaron en Japón hace unos 700 años. El innato espíritu de superación y perfeccionamiento que posee el ser humano llevó al mismo a idear y poner en práctica sistemas de combate sin armas, que fueron evolucionando y fusionándose hasta lograr el amplio abanico de artes marciales que se puede apreciar en la actualidad, y que despierta una creciente curiosidad entre el público occidental hacia todo aquello que posea un origen oriental. El interés por estas prácticas reside a menudo en sus aspectos espirituales como medio para aumentar la confianza en uno mismo, la autoafirmación y la concentración. Son muchas las técnicas existentes, pero actualmente las formas más practicadas pueden reducirse a karate, kung fu, jujitsu, judo, aikido, tai chi chuan y taekwondo. El karate, quizá la más conocida de las artes marciales, se desarrolló en Japón, y aunque el nombre data de tiempos tan recientes como 1930, las técnicas son muy antiguas y derivan del arte chino del boxeo shaolin del siglo VI. Del japonés 'mano vacía', más que un método de combate, el karate hace hincapié en la autodisciplina, la actitud positiva y los propósitos de elevada moral. Esta práctica deportiva se extendió a Occidente durante la década de 1950. El kung fu, llamado también boxeo chino, ya que son las manos las que se usan para golpear, es un sistema de defensa personal que demanda poca energía y enseña a atacar al enemigo en sus puntos débiles, por lo que se considera adecuado para la mayoría de mujeres. Esta forma de autodefensa pone el énfasis en la técnica y la sensitividad, más que en el uso de la fuerza. En el jujitsu, del japonés 'suave', se usan retenciones, estrangulamientos, derribos, zancadillas, presas, golpes y atemi(golpes a partes vitales del cuerpo). Las técnicas son suaves sólo en el sentido de que están dirigidas a desviar o controlar un ataque, sin embargo, pueden mutilar o matar. El judo es una forma popular de lucha desarrollada a partir del jujitsu en 1882 por un maestro japonés como estilo de educación física escolar. Igual que su precursor, intenta aprovechar la fuerza del atacante en beneficio propio. El judo se introdujo por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1964. El aikido, del japonés ai, 'unión' o 'armonía'; ki, 'aliento vital' o 'energía'; do, 'camino', derivó, como el judo, del jujitsu el siglo pasado, y es junto al tai chi chuan, el arte marcial más suave. Es un deporte que no implica una fuerza excesiva, pero sí mucho orden y disciplina, por lo que no se practica de forma competitiva. El tai chi chuan, más conocido popularmente como tai chi, es un antiguo ejercicio y sistema de defensa chino que en la actualidad se practica, sobre todo, como técnica gimnástica. Considerada una forma de meditación en movimiento, emplea ejercicios lentos que son versiones estilizadas de golpes originales con manos y pies, y que llegan a relajar el cuerpo y el sistema nervioso. Con origen en Corea, surge en 1955 el taekwondo, del coreano tae, 'pie'; kwon, 'puño'; do, 'camino' o 'filosofía'. Es un deporte defensivo cuyo principio es nunca atacar primero, y no enseña combate cuerpo a cuerpo. Como todas las artes marciales modernas, intenta ser una síntesis de la mente, el cuerpo y el espíritu. Se extendió por todo el mundo en la década de 1960, y el primer Campeonato del Mundo se celebró en 1973. Desde 1993, la Real Federación Española de Judo presenta una clara estabilidad en el número de licencias, ocupando en 2001 el quinto lugar en volumen de federados. La Federación Española de Karate, en cambio, y pese a ocupar la 11ª posición, ha ido perdiendo fichas a lo largo de la última década, con una caída del 35%. Esto la convierte, junto a la de Taekwondo en una de las federaciones que mayor porcentaje de licencias ha perdido en los últimos diez años, alcanzando en su caso un descenso del orden del 43%. En cuanto a la práctica 'recreativa’, según los últimos datos publicados por el Consejo Superior de Deportes, en España las artes marciales ocupan la posición 16 en el ranking de deportes más practicados, con un 3,5% de la población, mientras que en 1990 representaba el 4%. Es evidente que la influencia de la cultura oriental en Occidente está creciendo en los últimos años. Cada vez existe una mayor atracción por sus estilos de decoración, su gastronomía, su moda, así como sus técnicas de relajación, pero ¿hasta dónde podrá llegar realmente la influencia oriental en el deporte, a la vista de las cifras de practicantes? A pesar de su carácter espiritual, en Occidente son más conocidas por su vertiente competitiva, deportiva o de defensa personal Las artes marciales: ¿filosofía o deporte? GEMMA GARCIA (gemma@gescode.es) ts19 Según el Consejo Superior de Deportes el 3,5% de la población española practica alguna modalidad de artes marciales
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