Boomerangs, tendencia al alza REDACCIÓN, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 3,3 min. El lanzamiento de boomerangs es considerado un deporte en muchos países. En algunos de ellos existen federaciones. “En España no es nada, simplemente no existe”, afirma por el contrario Javier López. No es del todo cierto, como prueba su propia experiencia. En mayo de 2001 creó su primer boomerang. Esta nueva corriente le enganchó tanto que acabó fabricándolos para otros. Desde entonces ha vendido unos 400 con la única infraestructura de una página web., www.boomerangmania.com, y ayuda a potenciar la afición desde la Asociación Española de Boomerang, que aglutina a un número creciente de practicantes. Decathlon ha sido uno de los primeros puntos de venta en ofrecer estos artículos, curiosamente siempre en verano. “Posiblemente es porque hay mucha gente que los asocia a los discos o frisbies, aunque los boomerangs pueden lanzarse siempre que haga buen tiempo y no haya mucha humedad en el ambiente. Sin embargo, también es verdad que nuestra página web recibió muchas más peticiones de boomerangs al llegar el verano”, explica López. Si el mercado español sigue la línea de los de otros países europeos —Francia, Alemania e Italia son algunos en los que la práctica está más arraigada— el boomerang estará pronto en muchísimos puntos de venta del canal. López matiza su carácter deportivo. Las características técnicas y el estado del tiempo pesan mucho en el resultado que da el boomerang. Su vuelo se basa en principios físicos y cada forma, cada peso y cada una de las condiciones climatológicas determinan una trayectoria y una longitud de vuelo diferente. Sin embargo, la técnica de lanzamiento es muy similar a la de una modalidad atlética, el lanzamiento de jabalina. “Consiste en transformar una tensión en un acto físico, una liberación de adrenalina”, explica López. Esto es, sin lugar a dudas, deporte. El boomerang, por otra parte, tiene muchos paralelismos con el surf en el sentido de que conecta con un estilo de vida al aire libre al que se apunta un público mayoritariamente joven que intenta huir de la aglomeración de las ciudades y de los espacios cerrados. Porque una gran esplanada sin obstáculos y un cielo azul es lo único que se necesita para lanzar un boomerang. También se parece en cuanto al proceso de producción. En la fabricación de boomerangs conviven dos líneas de filosofía contraria, una de producción en serie y otra completamente artesanal, que recuerda a los shapers del surf, y que es la que cultivan los mayores aficionados. Desde que puso en marcha su página web, López ha estado intentando localizar a otros aficionados al boomerang. Una de sus mayores sorpresas fue comprobar que no había nadie en España que vendiera boomerangs hechos a mano. Para él, el negocio comenzó ahí. Hoy comercializa boomerangs de todo tipo, desde los más sencillos a piezas muy elaboradas y de diseños muy sofisticados. Tucanes, tigres, tortugas, y motivos étnicos toman forma para poder volar. Lo importante, sin embargo, es que la familia crezca. La página web ofrece instrucciones a aquellos que quieran aventurarse a crear su propio boomerang, explica cómo lanzarlos e invita a compartir experiencias. No hay demasiadas iniciativas similares. En castellano, también está disponible “La web del tío Pedro” (www.cimanes.com/tiopedro/boomerangs), donde un aficionado leonés comparte su experiencia. Ambos aconsejan los boomerangs de madera, aunque pueden estar fabricados en aluminio, PVC o incluso cartón. Por supuesto, su resultado es diferente. Entre los materiales más utilizados están el contrachapado de okumé o el de abedul. El primero tiene un peso específico bastante bajo, que hace que el boomerang se mantenga más fácilmente en el aire (algo importante para los principiantes), aunque también lo limita a la hora de alcanzar grandes velocidades. Es una madera muy blanda y fibrosa, que tiende a romperse con facilidad, y también porosa, lo que hace la decoración problemática. El contrachapado de abedul, por el contrario, es bastante más duro y resistente a los impactos. Su peso es mayor que el del okumé, lo que le permite alcanzar distancias de vuelo mayores, y además se mantiene bien en el aire. También sirve el mismo contrachapado que se utiliza en aeromodelismo. Es el mejor, pero también el más caro. En algunos países hay federaciones y su práctica aumenta entre los más jóvenes. En España es un fenómeno incipiente que tiene cada día más adeptos [nueva onda] ts25 El lanzamiento de boomerangs es una práctica muy arraigada en países como Francia, Alemania e Italia
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