TradeSport 91 - Julio-Agosto 2002

REDACCIÓN, Île des Embiez tiempo estimado de lectura >>> 2,5 min. No hace mucho que el kitesurf o flysurf, una modalidad deportiva que combina el surf, las cometas de tracción y el wakeboard, empezó a verse por la costa española. “Comenzó hace tres años y lo empezamos nosotros, unos amigos y yo”, bromea José Alarcón, actual campeón de España de la modalidad. Hoy hay 18 marcas de kitesurf en España y la Asociación Española de Kite (AEK), que está integrada en la Real Federación Española de Vela, agrupa ya a 400 deportistas. Los practicantes crecen en el litoral mediterráneo, cuyos vientos suaves le resultan acogedores, y en Tarifa. Allí está la meca. Alarcón, un buzo profesional de 28 años, se ha entregado por entero al kite y desde entonces vive persiguiendo al viento. Un sensor le indica por donde corre más fuerte y allí se desplaza para realizar su entrenamiento diario, que puede llegar a las siete horas. Después están las llamadas de los amigos. El Masnou, una población costera a unos 20 kilómetros de Barcelona, es su centro de operaciones. Desde allí, Mongat, Premià, Castelldefels... Cualquier playa en la que sople el viento y haya suficiente espacio para extender la cometa es buena. Por el momento, el kite resulta caro. Compitiendo, las cometas deberían ser cambiadas cada tres meses, y el precio del kite oscila entre los 1.100 y los 1.500 euros, y el de las tablas se mueve entre los 600 y los 720 euros. “Además, no hay demasiado mercado de segunda mano”, explica Alarcón. Contar con buenos patrocinadores es imprescindible para estar presente en la competición. Alarcón, que espera las fechas del Campeonato de España para revalidar su título y pelea en la zona de los 15 primeros puestos del Mundial, tiene el apoyo de Oakley, que le proporciona gafas y complementos; F. One, tablas y cometas; Maui-Magic, trajes y arneses; y Backyards, en accesorios. Lo mejor, y es posible, es comenzar en una escuela, que proporciona material y los conocimientos necesarios para empezar a volar sobre el agua. “Son lo más recomendable”, dice Alarcón, que ha trabajado como monitor de kiteen el Club Naútico de Castelldefels y como instructor particular de profesionales del winsurf que deciden dar el paso al kite. Él lo hizo hace tres años. Fue entonces cuando descubrió las cometas en una playa de Sant Pere Pescador gracias a una exhibición de una escuela-tienda barcelonesa llamada Ventilador. El kitetenía muchas ventajas sobre el windsurf. “Primero, las sensaciones que te da la cometa al saltar. Es una gran descarga de adrenalina, es como volar. Otra razón es que todo cabe en una bolsa y además, se puede navegar con vientos suaves”, explica. Las cometas grandes son mejores para los principiantes, ya que son más lentas y, por lo tanto, más fáciles de manejar. Las pequeñas son más rápidas y necesitan menos viento. Su superficie va desde cinco hasta los 25 m2. Por otra parte, hay dos tipos de cometas, las de parapente y las hinchables, las más utilizadas. Tienen un perfil rígido y un sistema que facilita la operación de reflotarlas en el agua. Sin duda, el kitesurfes un deporte emergente que por su novedad y espectacularidad no está pasando desapercibido entre los segmentos más glissy surferdel sector deportivo. José Alarcón Pionero del kitesurf en España ts7 En sólo tres años, ya hay 18 marcas de kite en España y 400 personas afiliadas a la AEC Una cometa cuesta entre 1.100 y 1.500 euros y un profesional la cambia cada tres meses José Alarcón, preparando su cometa para realizar una demostración. (Foto: M.A. Buil) José Alarcón, en pleno “vuelo”. El kite pro afirma que la cometa provoca grandes descargas de adrenalina. [nueva tendencia]

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