Por Eva Melús tiempo estimado de lectura >> 3 min. Hacer ejercicio físico se ha convertido en una actividad cada vez más sofisticada. Un signo de ello es la creciente demanda de bebidas isotónicas o electrolíticas y de suplementos energéticos por parte del cliente del comercio deportivo. Las primeras ayudan a recuperar las sales minerales que el cuerpo pierde con el esfuerzo físico. Las siguientes, en barritas o bebidas, contienen vitaminas y sustancias estimulantes, con la ventaja de su peso reducido, una virtud que se agradece en actividades de montaña o de travesía. Todas incluyen cantidades importantes de glucosa, que es la primera sustancia que libera el organismo ante el esfuerzo. Primero recurre a la almacenada en los músculos. Después, a la del hígado. Su empleo excesivo lleva al agotamiento y a una acidosis láctica (la glucosa se transforma en ácido láctico), que se manifiesta en las incómodas agujetas. Las bebidas isotónicas en particular tienen la misma concentración de azúcares y electrolitos que los fluidos del organismo, por lo que es absorbida tanto o más rápidamente que el agua. Las marcas más conocidas son Gatorade, de la misma empresa, Isostar, que distribuye Novartis, y Aquarius, de Coca-Cola. La receta básica se compone de agua sin gas, cantidades variables de sal (cloruro sódico), potasio, pequeñas cantidades de magnesio, calcio, zinc, glúcidos complejos, como el almidón y maltodextrinas, y simples, como dextrosa, sacarosa, glucosa o fructosa. Aportan entre 25 y 30 calorías por cada 100 milímetros, entre 60-70 gramos de azúcares por litro (la mitad que los refrescos convencionales), vitaminas (C, E, B1, B2 o B6) e hidratos de carbono. Para dar un resultado óptimo, deben consumirse a una temperatura entre 9 y 15 grados. En actividades largas como el ciclismo se recomienda beber un litro de líquido por hora de ejercicio. Su funcionamiento es simple. A medida que se intensifica la actividad física, la temperatura corporal se eleva. El organismo se ve entonces obligado a transpirar una gran cantidad de sudor para rebajar esta temperatura interna y seguir realizando el esfuerzo. Junto al agua, libera sales como el sodio, el potasio y el cloro, y en menor medida magnesio, zinc y ácido láctico. Las bebidas isotónicas se encargan de reponerlas. La unión de potasio, magnesio y ácido aspártico que incluyen algunos de estos nuevos refrescos ayuda además a frenar en parte la pérdida de tejido muscular que se produce con el trabajo físico intenso. Las tres sustancias generan, tras complicadas reacciones, el ácido glutámico, un aminoácido (componente más simple de las proteínas) que favorece el anabolismo, es decir, la síntesis y construcción del músculo. Algo muy diferente son las llamadas bebidas energéticas. Se pueden ver en gimnasios o locales de cibercultura, aunque curiosamente han encontrado su mayor mercado en las discotecas y salas de fiestas nocturnas. Son la alternativa sana al alcohol, ciertas drogas y el café. En España ha hecho furor Red Bull. Según datos de la revista americana Time de 2001, tres de cada cuatro latas de bebidas energéticas vendidas en España eran de la marca que distribuye Osborne. Pepsi creó Adrenaline Rush y Coca Cola, el KMX. ¿Su truco? Estimulan el metabolismo, la circulación y el sistema nervioso central. Su uso ha encendido la polémica especialmente en Brasil, donde médicos y nutricionistas han advertido sobre los peligros de su uso indiscriminado y su mezcla con alcohol. El Comité Científico de Alimentación de la Unión Europea también declaró que el término “energy drink” era de ámbito comercial y no legal, aunque tras varios estudios no pudo pronunciarse sobre las contraindicaciones de estas bebidas. Son un cóctel de vitaminas, entre las que se encuentran la B6, la B12, el ácido pantoténico, la biotina y la niacina. Otros componentes habituales son la cafeína, el inositol y lo principal, una sustancia reconstituyente que suele dar nombre a la bebida y es la base de campañas publicitarias, como la taurina, el ginseng, el guaraná, la L-carnitina, la zarzaparrilla o la D-Glucorolactona. Los deportistas parecen preferir reconstituyentes sólidos. Las barritas energéticas proporcionan energía rápida en forma de glucosa y fructosa, recargan los depósitos de glucógeno, y aportan minerales y vitaminas. La frecuente presencia de cereales en su composición favorece la absorción lenta de la energía, que se va liberando cuando se necesita. Además, en forma de grano son una fuente muy importante de fibra. Hero, Sportonic y Novartis son algunos de los fabricantes más importantes de barritas. Bebidas isotónicas y suplementos energéticos contra el cansancio [nutrición] Su demanda es creciente. Son pequeños milagros que reponen la glucosa, las sales y otras sustancias que el organismo pierde con el esfuerzo ts9 Las isotónicas tienen igual concentración de azúcares y electrolitos que el cuerpo pierde con el esfuerzo
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