TradeSport 89 - Mayo 2002

REDACCIÓN, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 3 min. El 40% de los españoles se sienten poco o nada interesados en el deporte. Así lo revela la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizada a instancia del Consejo Superior de Deportes, y que ha sido recogida en el libro Los españoles y el deporte: Prácticas y comportamientos en la última década del siglo XX, de Manuel García Ferrando. Los datos, que fueron recogidos en otoño del año 2000, revelan también que la práctica de los deportes clásicos está estancada, aunque cada vez son más los ciudadanos que dedican su tiempo libre a salir por la montaña. El autor sugiere que el carácter urbano de la sociedad hace que la tendencia a buscar actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, sea cada vez mayor. Las cifras de ventas de material outdoor vienen a confirmarlo. El gran peso de las retransmisiones deportivas por televisión, especialmente de fútbol, parece haber saturado a un importante sector de la población. El interés por el deporte desciende a un ritmo lento, pero aparentemente inexorable. En 1990, tan sólo el 34% de los españoles se mostraba fuera del influjo del deporte, frente al 37% de 1995 y el 40% de cinco años después. Unos pocos incondicionales, que profesan su fe con frecuencia, mantienen el pabellón. Un 78% de las personas que practican deporte lo hacen más de dos o tres veces por semana. La cifra llega al 67% entre los que dedican su tiempo libre a ver deporte. Según García Ferrando, las formas de vida sedentarias provocan que deportistas potenciales dediquen su tiempo a sucedáneos televisivos o de sillón. El autor llama la atención sobre la importancia de tener una cultura deportiva, lo que se traduce como conocer las diferentes facetas del deporte independientemente de su vertiente de espectáculo de masas (la profesionalidad y el dinero es lo que más molesta del deporte al 47% de la población). Por convicción o por la falta de esta cultura deportiva, los más desinteresados por el deporte son mujeres frente a hombres (52 contra 28%); los mayores de 65 años frente a los más jóvenes, menores de 25 años (62% contra 27%); la población rural (47%) contra la que vive en áreas metropolitanas (33%); las personas sin estudios (69%) frente a las universitarias (27%); y las de posición social baja (54%) frente a las de alta (27%). Estas diferencias se podrían extrapolar fácilmente a la práctica deportiva. Es muy destacable, por otra parte, el repliegue del deporte federado con el consiguiente declive de los clubes deportivos tradicionales. Por una parte, García Ferrando ha llegado a la conclusión de que los españoles buscan cada vez más y realizan con mayor frecuencia actividades que puedan practicar con familia o con amigos. Ha habido una eclosión de actividades diferentes marcadas por la individualidad. El 66% de la población practica deporte por su cuenta y sólo un 25% lo hace en un club o asociación. La oferta de ocio es cada vez más diversa. Ir al cine y escuchar música se adelantaron a la categoría hacer deporte (tan sólo ha crecido tres puntos en 10 años) entre las preferencias de los españoles para pasar su tiempo libre en el año 2000. Otra posibilidad tan amplia como la de salir al campo, ir de excursión, que englobaría desde un paseo suave hasta el senderismo y otras actividades de montaña, gana adeptos. Ha pasado del 21% al 30% entre 1990 y 2000, la tendencia más espectacular que revela la encuesta. También es la más igualitaria. Las mujeres practican menos deporte (27%) que los hombres (40%), pero entre los excursionistas el porcentaje coincide entorno al 30%. Por comunidades, Navarra (46%), Madrid (45%) y Cataluña (44%) agrupan al mayor número de practicantes de deporte, mientras Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía no superan el 30%. ts13 [ e s t u d i o ] Según una encuesta del CIS, al 40% de la población le interesa poco o nada y las excursiones alcanzan a las modalidades clásicas El deporte atrae cada vez menos a los españoles Salir de la ciudad e ir de excursión es una costumbre cada vez más extendida.

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