suprimirlo del calendario olímpico y de todos los torneos internacionales organizados a nivel amateur. Durante los años que duraron las dos guerras mundiales se interrumpió la disputa de los principales torneos, a excepción del Campeonato de Estados Unidos. En 1938, el norteamericano Don Budge se convirtió en el primer jugador en ganar el Grand Slam, es decir, en adjudicarse los cuatro grandes torneos en la misma temporada, logro que sólo han repetido su compatriota Maureen Connolly en 1953, los australianos Rod Laver en 1962 y 1969, Margaret Mit Court en 1970, y la alemana Steffi Graf en 1988. En 1963 se creó la Copa Federación, el torneo femenino por equipos nacionales equivalente a la Copa Davis masculina. Durante gran parte del siglo, los jugadores profesionales tuvieron prohibida su participación en los principales eventos tenísticos, pero en 1968 la Federación Internacional de Tenis, organismo fundado en 1913, introdujo los "torneos abiertos" u Open, en los que podían competir tanto tenistas profesionales como aficionados. También ese mismo año -1968- el tenis volvió a formar parte del programa olímpico como deporte de exhibición, pero desapareció de nuevo hasta los Juegos de Los Angeles de 1984. En los Juegos de Seúl de 1988 fue readmitido definitivamente como deporte de competición. Los países anglosajones han sido los dominadores tradicionales de las principales competiciones tenísticas, especialmente Estados Unidos y Australia, que casi siempre han contado entre sus filas con los mejores jugadores. Esta situación comenzó a cambiar a partir de los años setenta y ochenta con la irrupción de nuevas potencias tenísticas como Suecia, Checoslovaquia, Alemania, Francia, antigua Yugoslavia, Rusia y España, países que han aportado grandes campeones en los últimos tiempos y conquistado numerosos títulos por equipos. Entre los tenistas españoles, destacaron Lilí Álvarez en los años veinte y Manuel Santana en los sesenta, pero el auge vino en la última década del siglo XX, con los hermanos Sánchez Vicario (Emilio, Javier y Arantxa), Sergi Bruguera, Conchita Martínez, Àlex Corretja y Carlos Moyá, todos ellos ganadores de algún torneo de Grand Slam y abanderados de una magnífica generación de jugadores conocida como la "Armada Invencible". El tenis de mesa Los principios del tenis de mesa son oscuros y no se sabe con certeza cuando se practicó por primera vez. Podemos decir que fue en la década de 1870 cuando este deporte surgió en Inglaterra como una derivación del tenis. Es posible que jugadores de tenis ante la adversa climatología inventaran una especie de tenis en miniatura utilizando una mesa de billar o de comedor. En 1891, Charles Barter registró una patente con pelotas de corcho, y por la misma fecha James Gibb improvisó un material que consistía en una red fija a dos postes y sobre una superficie de madera elevada del suelo, inventando un juego de 21 puntos y con pelotas de goma. Gibb encontró en América pequeñas pelotas de celuloide, introduciéndolas en el juego con un éxito inmediato y sugirió el nombre de Ping Pong a la firma John Jaques LTDA., que registró el nombre. Esta denominación viene por el sonido de Ping que hacía la pelota de celuloide al impactar con las raquetas recubiertas en pergamino y el sonido Pong al contacto de la pelota con la mesa. En 1899 un alumno de 14 años de la Escuela de Satffs, A. T. Finney, inventó una raqueta de mango corto y recubierta de pergamino, introduciendo en el juego una red de 17,5 cm. de altura. También en este año comienza a jugar el joven londinense Percy Bromfield, que desempeñaría posteriormente un papel decisivo en el impuso del tenis de mesa inglés y mundial. Ya en 1901 se celebraron en Inglaterra Torneos de Ping Pong con participación de hasta 300 jugadores y con premios en metálico por importe de hasta 25 libras. En este año se constituye en Inglaterra la Asociación de Ping Pong, la cual contaba con unos 500 jugadores pertenecientes a 39 clubes distribuidos por todo el país. En 1922 ya se conocía el nuevo deporte en Suecia, Francia, Gales, Centro Europa, etc. estando regulado en estos países y jugándose campeonatos asiduamente. En el año 1926 se funda la Asociación Inglesa de Tenis de Mesa con nuevas reglas y estatutos, eligiéndose como Presidente a Ivor Montagu y como Secretario a Bill Pope. Cuando se fundó esta Asociación, tanto Montagu como Pope emprendieron la tarea de organizar el I Campeonato del Mundo en Londres, el cual tuvo un gran éxito y se resolvió económicamente en este año 1926 con 300 libras de pérdidas. En este Torneo se habló de la necesidad de constituir una Federación Internacional de Tenis de Mesa de forma provisional y la organización del I Campeonato del Mundo y de un Congreso, ambos en Londres. Celebrado el Congreso se constituye oficialmente la Federación Internacional de Tenis de Mesa (I.T.T.F.), nombrándose Presidente a Ivor Montagu y Secretario a Bill Pope, el cual lo sería hasta su muerte prematura en 1950. En enero de 1928, durante los Campeonatos del Mundo celebrados en Estocolmo, fue tomada la decisión de unificar el sistema y contar hasta 21 tantos. Con la celebración del I Campeonato del Mundo y del Congreso de Londres, se cierra una etapa y comienza otra. ts21 Entre los tenistas españoles, han destacado Lilí Álvarez en los años veinte y Manuel Santana en los sesenta, aunque el auge definitivo llegó con los hermanos Sánchez Vicario, Sergi Bruguera, Conchita Martínez, Àlex Corretja y Carlos Moyá
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