opinión Andrés de la Dehesa (adehesa@gescode.es) editorial Dentro de pocos días se presentará el Plan Estratégico de Afydad. La Asamblea de la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos que cuenta en la actualidad con 120 empresas asociadas deberá aprobar su puesta en marcha. Afydad quiere asumir el protagonismo del sector, afrontando nuevos retos encaminados no sólo a la creación de nuevos servicios de economías de escala entre los socios, sino apostando fuerte por un cambio cualitativo y cuantitativo, tal y como plantea el Plan Estratégico. Estamos convencidos de que la aprobación de este nuevo enfoque mucho más ambicioso fomentará el tan anhelado "orgullo de pertenencia", logro que vendría a compensar al reducido grupo de profesionales, miembros de la actual Junta Directiva que, a base de esfuerzo y dedicación de forma totalmente altruista, han estado trabajando en la planificación de este importante cambio. Pero ahora todos, y cuando decimos todos, son todos (fabricantes, distribuidores, importadores, filiales, agentes generales, prensa profesional…) quienes deben participar en el desarrollo de la que esperemos sea, por fin, la auténtica patronal que tanto necesita el sector. El progreso de la nueva Afydad no puede contemplarse desde fuera, hay que trabajar desde dentro, y ésta es una asignatura aún no aprobada por la mayoría de empresas, muy poco comprometidas con el beneficio sectorial y muy lentas de reacción en una época en que el dinamismo en la capacidad de respuesta es sinónimo de rentabilidad. Cultura de Intercambio Afydad, orgullo de pertenencia DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@gescode.es) Cada vez son más las empresas que destinan recursos a la organización digital de su información. En la mayoría de los casos priorizan las decisiones basadas en ordenar y almacenar sin tener en cuenta su posterior disponibilidad y acceso. Tan importante o más debería ser la inversión en formación para la utilización de esa información organizada, fomentando de esta forma la cultura digital entre los diversos profesionales que componen el equipo de la empresa, y haciéndoles partícipes de su permanente enriquecimiento y evolución. La responsabilidad es colectiva, debiéndose articular mecanismos que estimulen la participación de todos, lo cual no es nada fácil. De la propia experiencia práctica se obtienen respuestas a cuestiones como ¿por qué motivos utilizan tan poco nuestros clientes o empleados la Intranet? ¿qué es realmente lo que les aporta valor? Las respuestas se relacionan con la compleja dualidad que vincula lo digital con lo social (los códigos con las personas). Las personas necesitamos incitación y demostraciones simples pero el intercambio de conocimiento todavía es demasiado abstracto. Un ejemplo real y tangible lo encontramos en la Intranet de Gescode, donde se ha desarrollado un sistema para informar y proporcionar a todos sus clientes las mejoras de su programa QuickSports. Antes se enviaba una actualización al año, ahora disponen de lo último nada más conectarse a la Intranet, incentivando de esta forma su uso. Habilitar espacios digitales para que capten las necesidades de una manera implícita, escuchando a los clientes, contribuye a solucionar problemas, incluso a aquellos que no participan activamente: cuando se reporta un error en la Intranet la solución se le envía a todo el mundo. El uso sistemático de determinados procesos, por un nutrido número de usuarios, fomenta la aparición de soluciones creativas y evita la obsolescencia, en este caso, de un estándar de gestión detallista. La "cultura de intercambio" evidentemente es y será humana y voluntaria. 1La aportación de conocimiento por parte de las personas es sólo voluntaria 2Las personas saben más de lo que dicen y dicen más de lo que pueden escribir 3Las personas sólo saben lo que necesitan cuando necesitan saberlo http://www.fastcompany.com/online/50/leadingedge.html
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