TradeSport 86 - Febrero 2002

El deporte cuenta en nuestros días con una dimensión espectacular en cuanto a medios de comunicación y movilización de masas y la sociología, incluso, tiene un campo de estudio para observar cómo nuestra sociedad individualista y poco asociativa, es capaz de movilizarse por la rodilla de Fulanito, o el descenso de categoría de Menganito. Así, el deporte parece haber traspasado la perspectiva personal, para instalarse en lo social, vinculándose estrechamente con otros sistemas como el económico, el político o los medios de comunicación. De este modo, los valores que el deporte ha transmitido a diferentes generaciones actuando dentro del proceso socializador y el desarrollo de las personas, tales como el afán de superación, la integración, el respeto a la persona, la tolerancia, la acatación de reglas, el juego limpio, la perseverancia, el trabajo en equipo, la superación de los límites, la autodisciplina, la responsabilidad, la cooperación, la honestidad, la lealtad... cada vez quedan más difuminados en los mensajes que nuestra sociedad recibe de los medios de comunicación, y su información acerca del deporte. El deporte ha abandonado grandes dosis de elemento humano, del lirismo de sus virtudes, abrazando, sin embargo, otras características como la teatralidad y la puesta en escena, convirtiéndose en una obra representada por actores cuyo objetivo es el entretenimiento, narcisista y espectacular. Y en nuestra sociedad actual, el fútbol es el paradigma de deporte espectáculo. Cada vez parece más alejada la idea del deporte ocio, del deporte salud o del deporte desafío, de la emoción y el placer de la práctica deportiva, de sus sensaciones y del equilibrio físico y psicológico. El deporte ha sufrido así, una imperdonable derrota, perdiendo parte de su esencia cuando el objetivo es únicamente el triunfo. Tanto es así que ha desembocado, sin miramientos, en un dopaje masivo, observable en todAs las áreas deportivas, y lo que es más triste, salpicando, incluso, a deportistas en formación. Hemos desembocado en un deporte relacionado íntimamente con el éxito y el record, desnaturalizando la educación física y puede que, incluso, su ámbito educativo. Hoy nadie conoce quiÉn fue segundo en ninguno de los 5 tour de Indurain, o los 7 de Armstrong. No tiene valor; nuestro deporte de masas ha acabado con Poulidor. Personalmente, creo que estamos equivocados como sociedad, y que todos, pero sobre todo nuestro sector como parte integrante del deporte, debemos reclamar un cambio en el modelo deportivo, en el fomento de la práctica deportiva en nuestra sociedad, recuperando los valores del deporte, y la actividad física como herramientas para difundir Éstos. Evidentemente, plantear esto en el sector es harto complicado, debido a las dificultades que encontramos para juntarnos con una perspectiva común, más allá de agrupaciones para obtener beneficios directos puntuales, como son las centrales de compras. Nuestro sector, y los empresarios que lo componen, no tienen, en general, sentimiento de componer un colectivo socioeconómico con interés común. Mientras otros sí que se agrupan bajo objetivos de sector, y son capaces de desarrollar campañas en beneficio de todos, y al final de ellos mismos, ya sea por iniciativa propia, o con la ayuda de las diferentes administraciones existentes en nuestro país a las que obligan como grupo de presión a actuar en su beneficio, en el sector deportivo, jugamos a no entendernos y a dejar pasar oportunidades de fomentar la práctica deportiva, de modernizar nuestras tiendas, de innovar tecnológicamente, etc. A pesar de ser un sector con unas bases asociativas muy sólidas y antiguas en lo que a unificación de compras se refiere, no existe ni a nivel local, ni general, salvo honrosas excepciones, esa inquietud por la buena salud del sector, y olvidamos que si el sector está sano, nuestra tienda está sana; que si el deporte es fomentado, nuestras tiendas son fomentadas de manera directa o indirecta. Aunque quizás ya no estemos en período de buenos deseos y de "firmes propósitos", el mío para este año que comenzó hace poco, es que de una vez, nuestro sector despegue en cuanto a nivel asociativo de sector se refiere; que seamos capaces de comprender que juntos podemos avanzar mucho más, y que sólo debemos mirar a nuestro entorno, a otros países europeos, cuyos empresarios, detallistas deportivos también, asociados o no a centrales de compras, son capaces de trabajar juntos y unir intereses en asociaciones sectoriales que les representan frente a las administraciones, actuando como grupo de presión en beneficio de su sector, y a través de las cuales consiguen mejoras para todo el sector y beneficios inalcanzables individualmente. Sólo espero que este deseo no caiga en saco roto, como caen los que muchos ciudadanos hacen los primeros días del año, proponiéndose practicar más deporte, pero que finalmente no lo consiguen llevar a la práctica. Probablemente les haya faltado un empujoncito final por parte del entorno, de la sociedad o de las administraciones. Un empujón en el que nosotros también debemos trabajar... [ o p i n i ó n ] ts22 Un deporte más humano... y un sector más unido Nuestro sector, y los empresarios que lo componen, no tienen, en general, sentimiento de componer un colectivo socioeconómico con interés común Mientras otros sí que se agrupan bajo objetivos de sector, y son capaces de desarrollar campañas en beneficio de todos, en el sector deportivo jugamos a no entendernos y a dejar pasar oportunidades de fomentar la práctica deportiva, de modernizar nuestras tiendas, de innovar tecnológicamente... Carlos Grande Secretario General de Andad

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