3 EDITORIAL "Todo apunta a que 2025 será un nuevo año de transición, con un sector marcado por los esfuerzos para reducir inventarios, la intensa competencia en precios y la concentración creciente. Y todo en un contexto donde la práctica sigue al alza… y las ventas a la baja" Año de transición (otro) 2025 arranca con un reto mayúsculo para la industria deportiva: terminar con los excesos de stock que han lastrado al sector durante los últimos años. Aunque 2024 se perfilaba como el momento para resolver esta situación, no ha sido suficiente, y ahora marcas y tiendas tienen la responsabilidad de equilibrar inventarios hasta niveles sostenibles. Este desajuste, que afecta especialmente a segmentos como el ciclismo o el pádel, seguirá condicionando el mercado y marcando tendencias de consumo y estrategias comerciales durante gran parte del año. La necesidad de dar salida al stock acumulado mantendrá a las ofertas y descuentos como protagonistas, al menos durante el primer semestre de 2025. Esta dinámica tiene un impacto directo en los márgenes comerciales, que seguirán comprimidos, dificultando la rentabilidad de muchas operaciones. A esto se suma un desafío clave: los consumidores, habituados a encontrar productos con descuentos significativos, podrían resistirse a pagar el precio “normal”, así que uno de los grandes retos para marcas y retailers en este 2025 será restablecer el valor real de los productos una vez finalizada esta eterna “guerra de precios”. Y no será fácil. Bajar precios siempre es infinitamente más fácil que volver a subirlos… Otro fenómeno que se intensificará en 2025 es la concentración del mercado. Las grandes cadenas continuarán ganando cuota de mercado, mientras que los pequeños multideporte, si logran sobrevivir, verán una pérdida de relevancia y competitividad. Solo aquellos retailers especializados que ofrezcan una propuesta de valor diferencial, centrada en la experiencia de compra más allá del producto, podrán mantener su posición. En este contexto, el papel de los grupos de compra será clave para observar cómo se desarrolla la resistencia de los pequeños operadores frente a los gigantes del sector. Especial atención merecerá la evolución de Intersport, que se encuentra en una situación crítica. Su capacidad para adaptarse a las nuevas dinámicas de mercado y ofrecer una propuesta coherente será determinante para su futuro. Otra de las grandes historias de 2025 será el impacto de las nuevas estrategias de Nike bajo la dirección de su nuevo CEO. Tras varios años apostando fuertemente por un modelo DTC que no alcanzó las metas esperadas, la marca está volviendo a dar protagonismo a las tiendas multideporte. Este cambio podría marcar un punto de inflexión no solo para Nike, sino también para el sector en general, ya que podría devolver el equilibrio al ecosistema comercial. Paralelamente, será interesante observar la evolución de aquellas marcas que han capitalizado el “descuido” de Nike en los últimos años. Firmas como Under Armour, Puma o Skechers, o incluso nuevos actores emergentes como On o Hoka, han logrado consolidar cuotas de mercado significativas gracias, en gran parte, a una estrategia comercial que vinculaba su crecimiento al de sus clientes. El interrogante es si podrán mantener ese excelente ritmo de crecimiento ahora que Nike parece enfocarse de nuevo en sus canales tradicionales. ¿Volverá la marca del swoosh a sus niveles de dominio de hace una década? La respuesta a esta pregunta definirá el panorama competitivo de los próximos años. Todo apunta a que 2025 será un nuevo año de transición, con un sector marcado por los esfuerzos para reducir inventarios, la intensa competencia en precios y la concentración creciente. Y todo en un contexto donde la práctica sigue al alza… y las ventas a la baja. El deporte, en general, pese a seguir muy vivo en términos de práctica, ocupa un papel secundario en las prioridades del consumidor. La inflación, la incertidumbre económica y el cambio en los hábitos de consumo están transformando la forma en que las personas interactúan con la industria deportiva. Y, en este sentido, 2025 será un año clave para que marcas y tiendas adapten sus estrategias a estas nuevas realidades y sienten las bases para un futuro más equilibrado y sostenible. En definitiva, 2025 será un año para observar, ajustar y aprender. Un año de transición que, aunque no traerá grandes revoluciones, puede -y debe- ser clave para preparar el terreno para un nuevo ciclo de crecimiento en la industria deportiva. O eso esperamos… n
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