A FONDO - OUTDOOR 87 Del outdoor ya hemos hablado muchas veces. Y no hace mucho ya hicimos un análisis bastante profundo sobre el presente de este universo, así que no nos extenderemos demasiado esta vez. El resumen, al final, es fácil: el outdoor está en un momento muy favorable. Tras algunos años atípicos y llenos de altibajos, este universo vuelve a ser uno de los más fuertes para el sector gracias al cambio radical que se ha dado en los hábitos deportivos de los españoles después de la pandemia. El boom postencierro se ha moderado, pero los índices de práctica se mantienen a un nivel alto, creciendo de manera lenta per progresiva, y las ventas, aunque no con la misma intensidad, también lo hacen. Otro asunto -y probablemente sea dónde reside el gran problema del outdoor como segmento- es quién ha controlado esas ventas y quien las va a controlar en los próximos años. Porque la situación ha cambiado mucho en apenas 5 años. Hay más competencia, con la venta online apretando fuerte y las tiendas especializadas perdiendo relevancia. Además, ha habido un cambio significativo en el tipo de producto -las franjas medias han cobrado mayor importancia- y en el público objetivo. Las ventas son buenas, pero el dónde, el cómo y el a quién ha cambiado muchísimo. Y al revés de lo que podría parecer, al revés de lo que pasó en un pasado no muy lejano, parece que quien está perdiendo terreno son, curiosamente, las tiendas especializadas offline. Es, seguramente, el precio de la popularización… y del auge del ecommerce. LA PARADOJA DE LA ESPECIALIZACIÓN El outdoor fue el primer gran sector que se especializó. Y lo hizo obligado. A finales de los 90, el comercio multideportivo dio la espalda al deporte técnico, un escenario en el que todo indicaba que el monopolio del outdoor recaería en Decathlon -que ya controlaba una parte importante de las ventas- y alguna otra cadena. Esa idea no resultaba atractiva ni para las marcas ni para los minoristas, así que poco a poco se tejió una red de tiendas especializadas que, rápidamente, capturaron un público muy concreto. Eran otros tiempos y el outdoor no era, ni por asomo, un segmento tan popular como lo es hoy. El outdoor, poco a poco, fue ganando practicantes, la mayoría en la parte media y baja de la pirámide, es decir, en actividades de baja o media intensidad, con el senderismo liderando todos los ránkings. La parte alta de la pirámide aportaba imagen, pero la parte media y la baja proporcionaban volumen. Y cada vez más. Así que, por
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