77 A FONDO - RUNNING "Uno de los cambios más significativos que se han dado en el running en los últimos años tiene que ver con la oferta. Con la llegada, y la consolidación, de nuevas marcas que están robando cierto protagonismo a las especialistas de toda la vida y, sobre todo, a las grandes multinacionales" (con la irrupción de nuevos competidores que están robando cuota a las marcas 'de siempre') como, especialmente, entre las tiendas. Las cosas han cambiado mucho en los últimos meses… y aunque es obvio que las ventas han crecido, también es evidente que ha cambiado mucho quién, cómo y dónde se compra. Sigue habiendo demasiadas tiendas especialistas (sobre todo teniendo en cuenta el peso de esta modalidad en muchas multideporte), las marcas están apostando fuerte por sus tiendas propias y, encima, el coronavirus hizo que el online haya avanzado en un año lo que hubiera avanzado en 5. Las marcas puede que apenas noten estos cambios, porque venderse, se vende, pero es obvio que el comercio físico se enfrenta a muchos retos en los próximos meses. NUEVAS MARCAS, NUEVOS RETOS Uno de los cambios más significativos que se han dado en el running en los últimos años tiene que ver con la oferta. Con la llegada, y la consolidación, de nuevas marcas que están robando cierto protagonismo a las especialistas de toda la vida y, sobre todo, a las grandes multinacionales. Nike y adidas siempre han tenido un peso muy relevante en este universo más por volumen que por especialización, pero ha sido, para ambas, uno de sus segmentos estrella, con verdaderos iconos liderando las ventas. Las especialistas, con marcas como New Balance, Asics, Saucony, Brooks o Mizuno como principales referencias, han ido creciendo en paralelo a estos dos grandes, ganando mucha cuota y, sobre todo, liderando esa carrera tecnológica que tanto define a este universo. Su evolución en estas dos últimas décadas ha sido, simplemente, espectacular, confirmando que el running es una de esas modalidades donde la especialización tiene muy buenos resultados. Su trabajo ha sido impecable y perfectamente reconoció por el comercio especialista primero, y por el multideporte después. Y evidentemente por el consumidor, que ha sabido valorar, y mucho, esta apuesta tan especialista. En los últimos años las estrategias de Nike y adidas han tenido una incidencia directa en ese reparto de poderes del running. Sin renunciar a su firme apuesta por el running, y manteniendo un muy buen nivel de especialización (ambas marcas siguen apostando muy fuerte por el I+D en este segmento), sus políticas DTC han obligado a muchos comercios a buscar otras marcas con las que trabajar, y eso ha dado muchas oportunidades tanto a su eterna competidora Puma -que ha reforzado su apuesta por el running con una gran inversión en I+D-, como a esas especialistas tradicionales y, especialmente, a marcas más nuevas. Y dos buenos ejemplos los tenemos en ON Running y, sobre todo, Hoka, dos marcas que se han convertido en tendencia en los últimos 4 o 5 años y cuyo crecimiento, a día de hoy, parece no tener techo. Con el añadido, además, de que tanto la americana como, sobre todo, la suiza, se están haciendo un hueco muy importante en el basto universo del calzado urbano. Con todo lo que ello conlleva… LO IMPORTANTE NO ES LLEGAR, ES MANTENERSE Lo hemos dicho y no nos cansaremos de repetirlo: el futuro del running depende de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de entender el presente de este deporte y no darle mayor potencial del que realmente tiene. De entender que aunque es obvio que el running tiene, todavía, bastante margen de recorrido, sobre todo en cuanto a práctica se refiere, lo importante es llegar, no llegar cuanto antes. Lo que toca, ahora, es seguir buscando ese equilibrio donde la madurez de un segmento no sea sinónimo de que esté quemado. El running ha crecido lo suficiente como para mantenerse fuerte. Y estable. Puede y debe seguir el ejemplo del fútbol y convertirse en un deporte estable, con un volumen de ventas muy importantes y que se mantienen sin excesivos problemas año tras año. Porque lo que el running necesita no es otra crisis que le empuje para arriba, sino mantener un ritmo de crucero. Y seguir sumando adeptos, aunque sea lentamente. Desde un punto de vista puramente pragmático, más corredores significa más clientes potenciales. Y a nuestro favor juega la adicción que provoca este deporte. El comercio físico se enfrenta, a corto y medio plazo, a muchos retos importantes. Su futuro depende, en gran parte, a su capacidad para adaptarse a las necesidades de un consumidor que cambia constantemente y que, por suerte, ha aprendido a valorar mucho los servicios. Incluso por encima del precio. El producto ha dejado de ser el único argumento de venta y las tiendas que así lo han entendido, sobreviven por muy complejo que sea el contexto. Y por mucha competencia, a veces desleal, que tengan de otros canales… o de las propias marcas. Unas marcas que, si quieren seguir ganando cuota, tiene que entender muy bien a sus clientes -y sus necesidades- y apoyarles. Crecer con ellos. Entender mejor el canal y darle a los especialistas el valor que merecen. Pese a que en oferta las cosas son muy diferentes, el running tiene que luchar para intentar parecerse al fútbol. Como segmento. Un segmento fuerte, ordenado, con grandes volúmenes de ventas, muy estable y con una base sólida de practicantes que se traduzca en pocas probabilidades de sufrir un batacazo importante. Al menos a nivel global. La madurez no es algo negativo, todo lo contrario. Es una garantía. Lo que sí es negativo es depender de una crisis para poder dar un salto adelante… n
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