83 A FONDO - TRIATLÓN A mediados de 2024, el panorama del triatlón muestra un equilibrio renovado. Tras un periodo de ajuste y racionalización de la oferta y la demanda, el deporte ha consolidado una base sólida de practicantes y eventos, con las largas distancias 'robando' protagonismo a las cortas. Unas cortas que en su día fueron determinantes para afianzar el boom de este deporte (que paso de ser un desafío considerable a ser un deporte relativamente accesible) pero que en estos meses son las que están teniendo más problemas para colgar el cartel de sold out. En cuanto al comercio especializado, como veremos más adelante, la 'selección natural' ha ido haciendo su trabajo, poniendo punto y final a la aventura –atrevida– de muchas tiendas que no han podido sostenerse en un mercado saturado. Sin embargo, este ajuste ha contribuido a fortalecer el núcleo del deporte, eliminando el exceso y dejando un segmento más robusto y sostenible. El triatlón, ahora más pausado y con un crecimiento más lógico, sigue siendo una pieza muy dinámica del sector, demostrando que, a pesar de los retos, ha sabido dimensionarse, evolucionar y consolidarse con éxito. VOLVIENDO A LA NORMALIDAD… COMPETITIVA Lo hemos dicho en varias ocasionas cuando hemos analizado el presente de esta modalidad. EL triatlón tiene sentido con las competiciones. Se entrena corriendo, nadando y yendo en bici, pero la razón de ser de este deporte es competir. Por eso, aunque tras el impresionante auge del ciclismo y el running en la postpandemia, uno podría pensar que el triatlón también experimentó un crecimiento explosivo tras el fin del confinamiento, las cosas no fueron, para nada, así. Porque se volvió a correr, a ir en bici y a nadar, pero de las competiciones, nada de nada. Paradas. Y durante mucho tiempo. Así que el triatlón se frenó en seco. Y justo en un momento en el que se estaba redefiniendo después de años de altibajos: antes del COVID, el triatlón estaba alcanzando una fase de madurez, ajustándose tras un boom descontrolado y adoptando un ritmo más estable, sin buscar grandes repuntes, sino una estabilidad en participantes y ventas que le permitiera consolidarse como un segmento fuerte y con identidad propia. Antes de este proceso de 'maduración', el crecimiento había sido excesivo. La demanda se disparó, sí, pero
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