TradeSport - TQ332

42 A FONDO - OUTDOOR La gran paradoja del outdoor es que, habiendo sido uno de los primeros segmentos en especializarse, ahora parece estar en un proceso de “desespecialización”, al menos en el ámbito offline. El comercio multideporte ha sabido capitalizar este cambio. Hay modalidades emergentes con gran potencial que encajan bien en las tiendas multideporte, especialmente aquellas que no requieren un alto grado de especialización, como el Trail, el senderismo o el travel. Además, en la última década ha surgido un perfil de marca que apuesta por franjas medias de precio, encajando perfectamente en una amplia variedad de tiendas, sobre todo en las multideporte. El objetivo de este perfil de comercio, el multideporte, no es competir con Decathlon ni convertirse en un referente técnico del outdoor, sino ser un buen socio para las marcas que buscan explotar colecciones asequibles o líneas urbanas. Que son muchas. La parte media y baja de la pirámide será clave para el futuro del outdoor. En cuanto al online, es obvio que ha ganado terreno de forma espectacular… y con pocos operadores. A pesar de que algunas de las principales tiendas especializadas físicas han invertido -y mucho- en potenciar sus ventas online, los especialistas online se han convertido en los principales clientes de muchas marcas y eso, lógicamente, ha hecho mucho daño a un perfil de comercio físico que, por desgracia, cada vez tiene menos argumentos para defender su propuesta de valor. ADAPTARSE AL TERRENO La pandemia ha sido un catalizador significativo para el outdoor, eso es innegable. Sin embargo, como hemos dicho, eso no significa que este segmento estuviera en apuros antes. Este universo siempre ha demostrado una capacidad notable para adaptarse a su entorno, aprovechando cada oportunidad que se le presenta. Esto ha permitido que la práctica del outdoor mantenga un crecimiento sostenido a lo largo de los años, reinventándose siempre que ha sido necesario y, sobre todo, sabiendo dejar atrás ciertas ambiciones “puristas” para enfocarse en el público masivo, que es el que realmente aporta volumen. Para sobrevivir y prosperar, es esencial satisfacer las necesidades de esta base de la pirámide, ya que sostiene tanto el presente como el futuro del outdoor. La parte técnica sigue siendo relevante, quizás más que nunca, pero lo que realmente está impulsando el outdoor hoy es más la moda que lo atlético. Reconocer y adaptarse a esta realidad no ha sido siempre fácil, pero sí ha sido fundamental para lograr el potencial de crecimiento que a día de hoy tiene el outdoor. Las marcas han jugado un papel esencial en esta transformación. Aunque tardaron en reaccionar, finalmente comprendieron que es la demanda de los consumidores la que dicta el rumbo. Esto las llevó a redefinir completamente sus colecciones. Las grandes marcas, que surgieron y se desarrollaron en lo técnico y lo extremo, han continuado apostando por la tecnicidad máxima, que les otorga prestigio, pero su estabilidad -y la del segmento en general- dependen de la capacidad que entre todos tengamos de atender a un consumidor que busca colecciones menos técnicas y más accesibles. Un consumidor que más allá de lo técnico, busca un look outdoor. Un look que se ha popularizado enormemente, incluso entre quienes no frecuentan la montaña o, directamente, ni la pisan (que cada vez son menos, por suerte). Esta tendencia ha sido una vía de

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