81 A FONDO - PÁDEL | CAPITAL HUMANO ¿Qué valores añadidos aporta Abrams Padel a los fabricantes ya posicionados o a quienes quieran arrancar una nueva aventura en este emergente deporte? Nuestro mayor valor añadido es el producto. Nuestra filosofía, en este sentido, es muy clara: la prioridad es la calidad, y no sale un solo producto de nuestra fábrica que tenga el más mínimo defecto. Y esta excelencia es algo que hemos priorizado desde el primer día. También ha sido clave, más allá del producto, nuestra ubicación, en un país con mano de obra económica pero geopolíticamente estable. No tenemos un Mar Rojo de por medio, ni puede surgir una guerra, como en Taiwán, que ponga en peligro la relación con nuestros mayores clientes, con quienes tenemos una excelente relación y acuerdos preferenciales con aranceles cero. Los tiempos se reducen en producciones más cortas y los costes, al final, bajan considerablemente. Y también baja mucho el riesgo que implica depender de un mercado como el chino, donde, por cierto, los costes son cada vez más altos. ¿Qué consejos le da a un nuevo cliente que apuesta por Abrams para lanzar una nueva marca al mercado? A una nueva marca le soy siempre muy claro: nosotros les podemos asesorar en todo el proceso, desde que imagina la pala hasta que sale de fábrica, pero el mercado está muy delicado y para posicionar una marca ahora, con la fuerte competencia que hay, la clave pasa por tener un producto premium y, sobre todo, por hacer grandes inversiones en marketing. Oportunidades sigue habiendo, y muchas, porque el margen de recorrido del pádel sigue siendo muy amplio, pero habrá que invertir mucho en posicionamiento de marca. El “problema” para las nuevas marcas que trabajen con nosotros no será el producto, cuya calidad está más que contrastada, sino cómo venderlo… Cada vez hay más marcas que están apostando por acercar su producción… Las marcas, como bien dices, están intentando deslocalizarse de Asia y, sobre todo, están buscando alternativas para diversificar riesgos. Es un paso que a muchas grandes empresas les está costando bastante, porque son procesos lentos que, además, requieren una burocracia interna muy alta, pero es lo que deben hacer teniendo en cuenta la situación geopolítica que vivimos y, sobre todo, porque, como te decía antes, los costes en Asia están prácticamente equiparados con los que se pueden lograr en mercados mucho más cercanos. ¿Qué aspectos considera más importantes a la hora de diseñar y fabricar una pala de pádel de alta calidad? Lo más importante es entender el producto. Y es algo que no todos los fabricantes consiguen. Hay que saber qué prestaciones buscamos en este producto y, según lo que hayamos definido, hay que empezar a jugar con diferentes laminaciones, gomas, balances, diseños de taladros... Con esto, y eligiendo el molde correcto, podremos tener el producto que buscamos. Pero insisto, hay que conocer muy bien el producto y sus materiales, porque cambiar una lámina de fibra de vidrio o girar 45º cualquier pequeño detalle es determinante a la hora de conseguir unas determinadas características. Hay aspectos muy técnicos que van estrechamente ligados a los requerimientos de producto del cliente y sólo podremos dar respuesta a ese cliente si conocemos muy bien el producto y su proceso de fabricación. Como hemos dicho antes, no se trata de hacer una pala, se trata de hacer una muy buena pala. “A una nueva marca le soy siempre muy claro: nosotros les podemos asesorar en todo el proceso, desde que imagina la pala hasta que sale de fábrica, pero el mercado está muy delicado y para posicionar una marca ahora, con la fuerte competencia que hay, la clave pasa por tener un producto premium y, sobre todo, por hacer grandes inversiones en marketing” “Después de unos años locos, la producción se está reajustando y la industria se está profesionalizando, y eso, obviamente, es muy positivo para empresas consolidadas y serias como la nuestra, porque cualquier sobreoferta en la producción acaba desvirtuando el producto… y el sector”
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