TradeSport - TQ329

79 A FONDO - PÁDEL | CAPITAL HUMANO arduo trabajo de captación de clientes… Pero paso a paso íbamos quemando etapas y mejorando el producto hasta conseguir tener un producto de altas prestaciones, tanto a nivel técnico como en acabados. Y claro, las marcas empezaron a apostar fuerte por nuestro producto y, también, se dieron cuenta de nuestro excelente e inmejorable posicionamiento global, un aspecto que hacía todavía más atractivo ese producto. Desde nuestros inicios hemos tenido muy claro que no vendemos palas; vendemos un servicio completo que ayude a nuestros clientes a crecer: branding, diseño de producto, moldes, nuevas tecnologías, una logística integral, un tiempo de producción bastante más corto que en Asia, logística inmediata… En solo 2 días nuestro producto terminado está en el almacén de nuestros clientes, y esto, a nivel financiero, evita que el cliente tenga que descapitalizarse y acumular stocks. Además, tenemos cero aranceles con la Unión Europea, Estados Unidos o el Reino unido, y unos precios muy competitivos gracias a nuestra mano de obra económica. Con estos valores añadidos tan consolidados, y con una demanda en aumento, una decisión estratégica lógica era pasar de ser una fábrica más a convertirnos en una factoría nacida y creada para el pádel. Una especialización que ahora empezamos a diversificar, aprovechando nuestra experiencia, con dos nuevas líneas de producción dedicadas al pickleball y al beach tenis… y con otros proyectos que tenemos en marcha que pronto queremos lanzar. ¿Cuál es la capacidad actual de producción que tiene Abrams Padel? Nuestra capacidad real es de 15.000 palas al mes. Y digo real haciendo mucho énfasis en este punto, ya que son muchos los fabricantes que venden capacidades que no tienen y, luego, vienen los lamentos por parte de las marcas, como ya vimos en la pandemia. Hay que ser muy consciente, y muy sincero, con lo que se puede y lo que no se puede hacer. Nosotros, por ejemplo, hemos rechazado proyectos de gran envergadura por no fallar a nuestros clientes y a las demandas que teníamos en ese momento. Este compromiso, lejos de hacernos perder oportunidades, nos ha ayudado a reforzar nuestra relación con nuestros clientes; a fidelizarlos y a crecer con ellos. Insisto en que no somos una fábrica que vende un producto y se olvida de de todo lo demás; nos adentramos en el proyecto y damos soporte al cliente en todo momento. De hecho, más que clientes preferimos considerarles partners, porque creemos que es un proyecto conjunto. Pero volviendo a la pregunta, ahora tenemos esa capacidad de 15.000 palas, pero nuestro objetivo es situarnos, a dos años vista como máximo, en las 25.000 palas mensuales. Uno de los grandes puntos de inflexión en la reciente de historia del pádel fue la pandemia… ¿Cómo vivió la compañía todos los problemas y oportunidades que ocasiono, a nivel de producción, esa crisis? Fue una situación de auténtica locura. De un día para otro se empezaron a cancelar pedidos y la incertidumbre era tal que nadie sabía lo que iba pasar. Fueron un par de meses complicados, pero fue salir de la cuarentena y todo se empezó a reactivar muy rápidamente: la demanda se disparó, los pedidos crecían, las marcas presionaban para aumentar la producción... Se vendía todo y daba igual el precio y la calidad… “Además de un producto premium que prioriza la calidad y de un servicio diseñado para responder a todas las necesidades del cliente, tenemos una ubicación estratégica que nos permite ofrecer precios muy competitivos y, sobre todo, ofrecer unas ventajas logísticas que ayudan a las marcas a reducir sus riesgos financieros y de sobrestock”

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