TradeSport - TQ329

71 A FONDO - PÁDEL Si tuviéramos que resumir en una frase el presente del universo de los fabricantes e instaladores de pistas bastaría con decir que, pese a que la competencia se ha disparado mucho (a nivel nacional y, también, internacional), la demanda sigue por encima de la oferta. Y ni a corto ni a medio plazo parece que la cosa vaya a cambiar. Sobre todo, si el pádel mantiene su ritmo actual de expansión internacional. En mercados europeos donde el pádel está asentado o en plena fase de consolidación, el ritmo de instalaciones sigue siendo muy bueno, y en mercados donde apenas acaba de arrancar el crecimiento de este deporte, más de lo mismo. Cada semana se instalan cientos de pistas en todo el mundo y nada indica que este crecimiento vaya a frenarse en los próximos meses. Al contrario. UN FUTURO “PREVISIBLE” Cuando hablamos de pádel solemos caer en el error, seguramente porque estamos condicionados por nuestra vinculación con el canal, a centrarnos en exceso en el mercado de las palas, las pelotas, el calzado, el textil o los complementos. Sin embargo, la industria de este deporte engloba a muchos más actores, y las pistas son, probablemente, uno de los que mayor peso tiene a nivel de facturación. Y, además, desde hace unos años, y sin perspectivas de que eso cambie, es el que mayor dinamismo y potencial de crecimiento tiene. Sobre todo, porque, a diferencia de lo que está pasando con el material para su práctica, las pistas no se han encontrado, ni parece que vayan a hacerlo, ningún bache. Tampoco parece, pese a la fuerte competencia que ya hay, que se haya entrado en ninguna guerra de precios, lo que significa, básicamente, que por ahora hay pastel para todos. El universo de las palas, calzado y demás producto para jugar está expuesto, sí o sí, a los ciclos. Económicos y, sobre todo, de prioridades. A la problemática del sobrestock que hay a día de hoy, herencia de una postpandemia mal gestionada, se suma un desvió del gasto que ha convertido al deporte, y al pádel por extensión, en una opción secundaria. Al fin y al cabo, en todo lo que concierne al material del que hablamos, se trata de comprar o no comprar, y se está excesivamente expuesto a los hábitos del consumidor. Y ahora han cambiado. Es un bache, un paréntesis, y aunque las cosas se estabilizarán en un tiempo, hay una parde del sector que lo sufre. Y mucho. Y no porque se haya dejado de jugar, porque se juega más; simplemente se compra menos. Porque se prefiere comprar otras cosas. El universo de las pistas es ajeno, por ahora, a este tipo de contratiempos. Tiene muchos condicionantes, sobre todo económicos (al fin y al cabo, implica mayor inversión), pero ahora mismo vive una época dorada. Porque la evolución de las pistas es espectacular. Y sin baches, al menos no en cuanto a número. Porque como hemos dicho, aunque se vendan menos palas, se juega más. Y en más sitios. En muchos más sitios, donde se empieza de cero, con todo lo que ello implica. Para bien. Por eso no hay síntomas, a corto plazo, de que la cosa vaya a la baja. Ni siquiera de que se estabilice. Otro tema es quien aprovechara este potencial. Por ahora, insistimos, la demanda sigue estando muy por encima de esta oferta y es difícil encontrar, a día de hoy, un fabricante que no esté construyendo pistas, ya sea en España o, sobre todo, fuera de nuestras fronteras. Y la mayoría de ellos, sobre todo los líderes, tienen sus agendas llenas a más de un año vista. Incluso dos. Porque el pádel, hoy por hoy, no tiene techo en lo que a práctica se refiere. Y para jugar, obviamente, tiene que haber pistas. Quizás hace unos años eran esas pistas lo que “dinamizaba” la práctica, el reclamo para que la gente probase este deporte, pero ahora es esa práctica, esas ganas de jugar, lo que hace que se construyan pistas. Se ha pasado de un reclamo a una necesidad, y eso, a día de hoy, es una garantía muy importante. Clave. UN DESEMBARCO ESTRATÉGICO PARA EL SECTOR La importancia de las pistas a la hora de analizar el presente del pádel es, como hemos dicho, clave. Analizando cómo evoluciona este universo podemos saber, con bastante precisión, hacia dónde vamos. Dónde tiene más posibilidades de crecer. Y eso, sin duda, es una información clave para el sector. Para todo el sector. Como decíamos antes, en los últimos años la instalación de pistas responde a una necesidad. Se detecta un mercado con potencial y se apuesta fuerte por él. Es una apuesta mucho menos arriesgada que cuando se instalaban las pistas para intentar dar a conocer este deporte. Ahora la apuesta es ganadora. Se desembarca con la batalla medio ganada. Y lo mejor de todo es que todo el mundo puede aprovecharse de ello. Las pistas, evidentemente, ganan mucho, pero quienes también pueden “aprovechar”, y mucho, este primer desembarco son los fabricantes de palas y demás material para la práctica. Puede saber en qué mercados va a ganar peso el pádel y definir estrategias de exportación en función de ello. Y lo más importante, pueden abrir

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