63 A FONDO - PÁDEL previsible y que lo más lógico era que mantuviera su fuerza, este año es un poco más complejo hacer previsiones. Y lo es, sobre todo, porque a pesar de que sabemos muy bien que el problema con el sobrestock es temporal y acabará dejándose atrás (como harán otros muchos segmentos), lo que no está tan claro es hacia donde evolucionará el consumo. Porque como hemos dicho en varias ocasiones, el gran problema del pádel a día de hoy no es que se juegue menos, es que se vende menos. Y se vende menos porque la gente se gasta el dinero en otras cosas. Juega más y compra menos. Y aunque quizás no venga a colación, puede que el incremento del precio para jugar no ayude mucho, porque cada vez se lleva un mayor porcentaje del gasto total que se destina al pádel. Si tengo X dinero para gastarme en este deporte, prefiero gastármelo jugando más y alargando la renovación de la pala que teniendo que reducir frecuencia para estrenar pala. Son ciclos, lo hemos dicho, y ahora estamos en un extraño momento donde, pese a que la práctica sigue bastante dinámica, las ventas están sufriendo un batacazo importante. No es un tema de ahorro, porque la gente gasta, es un tema de preferencias. Y el deporte ha pasado, en apenas tres años, de estar en lo alto del ránking a ser una opción secundaria. Dicho esto, si a día de hoy el pádel tiene algún problema, es el de las palas. Y solo en España. Porque aparte de eso, el pádel está muy vivo. Y si no que se lo pregunten a los instaladores, cuyas agendas confirman que el crecimiento seguirá a un muy buen ritmo. Aquí en España y, sobre todo, a nivel internacional, especialmente en mercados donde el corto plazo se antoja muy positivo. Lo del sobrestock es un contratiempo grave, si, pero pasajero, sobre todo si aprendemos la lección. Y poco a poco se va solucionando. Con daños colaterales, habiendo dado un paso atrás en algunas cosas en las que se había evolucionado, pero a punto de solucionarse… en parte. Porque sí, el stock se acabará liquidando. Todo o casi todo. Pero hay ciertas consecuencias de esta liquidación que costará mucho superarlas. Sobre todo el peso que a día de hoy tiene el precio en la decisión de compra de los consumidores. Va a costar mucho cambiar esa idea que tienen estos consumidores de que siempre se puede conseguir una buena pala con un buen descuento. El PVPR casi nunca se ha respetado, para que engañarnos, pero los límites a los que se ha llegado este pasado 2023 han sido muy peligrosos. Y volver atrás va a costar mucho. Muchísimo. La solución, si o si, pasa por saber dimensionar el mercado, sobre todo el nacional. Producir acorde a la demanda y, aunque cueste, ser conservador. La práctica seguirá creciendo y el potencial de ventas sigue siendo bueno si encontramos ese equilibrio, pero, en cualquier caso, repuntes como los que hemos tenido no hace muchos años solo los volveremos a ver, en España, si viene una crisis. Y no es lo que deberíamos desear. Otro tema es si ese conservadurismo lo dejamos a un lado para atacar el mercado internacional, donde las oportunidades son infinitas. Porque hay mercados que crecen tanto o más que lo que creció España en su época dorada y, sobre todo, porque cada vez hay más mercados. Al final, la clave, es afinar la producción. Y eso nunca es fácil… y todavía menos sabiendo que hay tanto margen de crecimiento. n Estamos en un extraño momento donde, pese a que la práctica sigue dinámica, las ventas están sufriendo. No es un tema de ahorro, porque la gente gasta, es un tema de preferencias. Y el deporte ha pasado, en apenas tres años, de estar en lo alto del ránking a ser una opción secundaria
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