res del universo de las palas entendieron que hay caminos que es mejor hacerlos acompañados. La idea de juntarse para, primero, buscar soluciones al desorden interno fue una muy buena motivación, pero todavía lo fue más esa necesidad de tener un organismo capaz de defender sus intereses y de ayudarle en esa competitiva carrera para aprovechar el potencial de expansión. Desde su puesta en marcha el CIP no ha parado de sumar asociados y a día de hoy ya cuenta con más de 110 socios que representan a más de 150 marcas, entre las que encontramos a todas las grandes líderes tanto de palas, calzado, textil y complementos como, también, los principales fabricantes de pistas y una larga lista de compañías Una de las claves para que un segmento progrese es, sin duda, el orden. El orden y, también, saber de nir estrategias comunes que, sin que ello implique renunciar a la individualidad, sí que marque objetivos que puedan llegar a bene ciar a todos ese segmento. Porque la madurez de un sector, o de un segmento, no se mide por su potencial de crecimiento. Ni siquiera por la solidez de su evolución. Se mida, sobre todo, por la capacidad de sus empresas por compartir. Por entender que, más allá de los intereses individuales, hay un interés común. Y que ese interés común siempre representa oportunidades para quienes lo persiguen. En el mundo del pádel hablar de orden resulta un poco complejo. Sobre todo si pensamos en cómo ha estado tradicionalmente el mercado… y cómo está ahora después del frenazo de las ventas. Durante muchos años ha sido un segmento completamente desordenado e individualista. Con el primer boom, hace ya años, las marcas luchaban para aprovechar las oportunidades que empezaba a ofrecer este deporte, sin ningún ánimo de construir nada con lo que entonces era la pura competencia. Desorden, deslealtades y un segmento completamente revuelto donde lo único que importaba era coger sitio. Hubo algún que otro intento de sentarse y buscar soluciones a este desorden, pero nada. Con un ámbito de actuación tan limitado -apenas se había arrancado la internacionalización- y con una oferta completamente disparada, el segmento no estaba para compartir. Pero las cosas cambian.Y suelen cambiar cuando las empresas se dan cuenta de que, ante una gran oportunidad, es mejor que todos ganen algo a que unos pocos ganen mucho.Y que para crecer fuera, lo primero que hay que hacer es dimensionar, estructurar y ordenar bien el mercado interno. Y ha sido en este contexto donde las empresas han entendido que debían adaptar las estrategias a una nueva realidad en la que el pádel tiene que ser más sólido y profesionalizado. Y, sobre todo, tiene que estar mucho más unidos. Unirse para crecer. Para, juntos, ser capaces de aprovechar el in nito potencial de este deporte. Y tener un paraguas que de enda los intereses de este universo. Y que marque un camino y unas reglas. Con estos objetivos tan complejos y necesarios nació el Clúster Internacional del Pádel, que con apenas 4 años de recorrido, ya se ha convertido en el gran dinamizador de la industria del pádel.- AMPLIANDO OBJETIVOS Y SERVICIOS El CIP nació con dos objetivos claros: potenciar la internacionalización de este deporte -y ayudar a las empresas en esta expansión-; y defender los intereses de sus asociados, jugando un papel clave, también, en esta necesaria reestructuración del mercado interno de la que llevamos tiempo hablando. Desde su puesta en marcha el universo del pádel se volcó con el Clúster. De hecho, su puesta en marcha fue una iniciativa, precisamente, de los principales fabricantes de palas. Conscientes de las muchas oportunidades que se le antojaban a este deporte, que empezaba a hacerse muy fuerte en algunos mercados europeos, las grandes lídeEl gran mérito del CIP no ha sido sumar socios, que también. Su gran valor añadido es que a medida que ganaba base, ampliaba sus objetivos, sus servicios y sus proyectos. a fondo 34 ESPECIAL PÁDEL El CIP se consolida como el gran dinamizador de la industria del pádel Ahora más que nunca es importante tener a una asociación que nos represente. Y que juegue un papel determinante en la necesaria reordenación del mercado interno y, sobre todo, que ayude al pádel a afrontar con garantías y con solidez la fuerte internacionalización en la que estamos inmersos… y de la que queda tanto por hacer.
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