TradeSport 325 - Noviembre 2023

ránking- a ser una opción del todo prescindible en esas preferencias.Mejor viajar,salir a cenar o comprarse lo último en tecnología que renovar una pala. Y las cosas no van a cambiar a menos que nos venga una crisis, y no es lo que deberíamos desear.Lo que toca es entender este nuevo contexto y adecuar la producción a esta nueva demanda. En España. Porque afortunadamente el mercado internacional supone muchas oportunidades.Y no solo para, a corto plazo, “relajar” la presión de la superproducción sino, sobre todo, para tener mucho más margen de crecimiento a medio y largo plazo.A más mercados, más posibilidad de vender. Eso sí, habrá que saber dimensionar muy bien el potencial de cada mercado… la totalmente con fabricas externas que trabajen en exclusividad o, incluso, apostando por fábricas propias. Los motivos de este cambio de tendencia son evidentes: para franjas medias y, sobre todo altas,Asia queda muy lejos y no aporta ningún valor añadido más allá de los costes; fabricar en Europa o en España, en cambio, aporta muchas ventajas a nivel de calidad, servicio y control. Sobre todo, control. Y esas ventajas son, hoy por hoy, imprescindibles para competir con garantías en estas franjas. Que para muchas marcas son las importantes (aunque no sean las más vendidas en unidades). Hacer palas de pádel es fácil. Hacerlas bien es otro tema. Las marcas, después de años produciendo en Asia, han entendido lo importante que es controlar lo mejor posible lo que producen. Sobre todo, después de las consecuencias que están teniendo esos cierres en la pandemia. Los costes pueden subir, es cierto, pero recuperar el control de la fabricación está más que justi cado. Por la calidad, por el servicio, y tal y como está el patio, por cómo se puede controlar la cantidad y ajustar esa producción a la demanda, sin tener que hacer programaciones mínimas a 6 o 9 meses vista. La lista de marcas que lo están llevando a cabo es cada vez más larga, y sus resultados demuestran perfectamente las ventajas que aporta este cambio de estrategia en la producción. Un cambio que cobrará todavía más sentido a medida que el pádel gane terreno a nivel internacional y que explica porque, hoy en día, en España cada vez hay más fábricas de palas. UN PROBLEMA TEMPORAL 2022 no fue un mal año para el pádel. Fue peor que 2021, pero es que ese 2021 había sido un año de récord. Un año de un repunte espectacular de la práctica y de un repunte espectacular de las ventas.Y era bastante previsible que 2022 no fuera tan bueno. Se ha crecido, y mucho, pero lo lógico era que el boom se calmase. Lo que no era tan lógico es que 2023 arrancase y evolucionase con tantísimas dudas. Sobre todo en la venta de palas. Porque ese es el gran problema. La venta de palas, sobre todo en España. Porque a parte de eso, el pádel está muy vivo. Y si no que se lo pregunten a los instaladores, cuyas agendas con rman que el crecimiento seguirá a un muy buen ritmo. Aquí en España y, sobre todo, a nivel internacional, especialmente en mercados donde el corto plazo se antoja muy positivo. Lo del sobrestock es un contratiempo grave, pero pasajero, sobre todo si aprendemos la lección. Por eso, pese a los problemas del presente, el pádel tiene mucho margen de recorrido.Aquí en nuestro país y, sobre todo, fuera. Sobre este problema temporal de nuestro presente, la solución no es sencilla. La teoría dirá que es mejor aguantar precios, no perder valor, y esperar a que la rueda de la demanda vuelva a girar. Pero eso teoría.Y en la práctica, las marcas tienen que vaciar sus almacenes si quieren tener cash para volver a fabricar, y las tiendas no pueden comprar nuevas si no venden. Unos y otros, al nal, están casi obligados a sacri car margen -mucho- para, como mínimo, tener dinero para poder comprar otra temporada. Esa es la ley de nuestro mercado. Son ciclos, lo hemos dicho, y ahora estamos en un extraño momento donde, pese a que la práctica sigue bastante dinámica, las ventas están sufriendo un batacazo importante. No es un tema de ahorro, porque la gente gasta, es un tema de preferencias. Y el deporte ha pasado, en apenas tres años, de estar en el top 3 -y durante meses liderando el a fondo 30 ESPECIAL PÁDEL Ahora estamos en un extraño momento donde, pese a que la práctica sigue bastante dinámica, las ventas están sufriendo un batacazo importante. No es un tema de ahorro, porque la gente gasta, es un tema de preferencias.

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