La demanda crece, pero también está creciendo la oferta. Y lo hace de la mano de empresas (marcas o detallistas) con una cultura muy diferente a la que nuestro sector de artículos deportivos ha tenido. Y, además, son bastante más competitivas. 170 HIBRIDACIÓN En los últimos tres años el panorama sectorial se ha modi cado sustancialmente. Por una parte, el comercio deportivo tradicional de las grandes ciudades está desapareciendo, sobreviven los especialistas en determinadas actividades deportivas, las cadenas sobradamente conocidas, y las tiendas de las principales marcas, se siguen manteniendo -no sin problemas- las tiendas multi deporte en ciudades con menos población… La concentración crece. Por otra parte, las grandes marcas -y no tan grandes- desarrollan a marchas forzadas sus estrategias de DTC (venta directa al consumidor), consolidan sus asgships en las principales ciudades del mundo, e hibridan modelos de servicio al consumidor con compras online, recogidas o devoluciones of ine, o compras of ine con envíos a domicilio… Nada nuevo. En tercer lugar, tenemos al imparable comercio electrónico (generalistas o especialistas) que con determinados per les de consumidores triunfa y crece… Y crece. Podemos continuar con los operadores de la moda, marcas e integradores verticales, que tras la consolidación de la práctica deportiva como un hábito más que saludable, han empezado a ofrecer muchísimo producto. Por Andrés de la Dehesa adehesa@sportmas.com La demanda crece, pero también está creciendo la oferta y lo hace de la mano de empresas (marcas o detallistas) con una cultura muy diferente a la que nuestro sector de artículos deportivos ha tenido. Y, además, son bastante más competitivas. Para poder seguir compitiendo vamos a tener que cambiar determinados “hábitos” y, con cierta celeridad, cambiar parte de nuestro modelo comercial. Al ponernos tan “de moda”, al crecer y consolidarse “el atractivo” del deporte socialmente, el cambio fascinante del calzado “confortable”… Ya estamos todos. ¿Qué hacer? No nos va a quedar más remedio que colaborar, hibridar, trabajar conjuntamente marcas y detallistas, para no perder un canal especí co de artículos deportivos, y que esto no sea un “totum revolutum”. Bien sabemos todos que de los productos netamente destinados a practicar deporte no se puede vivir, el volumen siempre nos lo dio el sports wear (generalizando), y es justo ahí donde estamos dejando de ser competitivos y donde las grandes marcas venden su DTC. ¿Cómo colaborar? Que fácil escribirlo y que complejo aplicarlo. Pero habrá que empezar algún día… en la penúltima página
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