Hace 20 años nadie se hubiera atrevido a afirmar que lo atlético sería determinante para sostener al sector, pero así ha sido. Y el gran “culpable”, quien más ha empujado dentro de este mundo técnico, ha sido el calzado. Si hace 15 años alguien hubiera dicho que la parte más técnica sería el gran motor del crecimiento del sector más de uno se hubiera reído. Con la moda monopolizando las ventas y lo atlético casi arrinconado en el multideporte, pocos hubieran dado un duro por toda esa parte más vinculada a la práctica. Pero ahora, con deportes como el outdoor, el pádel, el bike o el running rompiendo récords de práctica, lo atlético es una pieza clave. Y en muchos segmentos, lo es especialmente con el calzado, una categoría que vive, probablemente, su mejor época, con la complicidad de una crisis económica primero, y de una sanitaria, después. El calzado atlético es un buen ejemplo, quizás el mejor, de que renunciar a los orígenes por una moda no es una buena idea. Porque cuando las cosas se tuercen, y con la moda tarde o temprano se acaban torciendo, son esas raíces las que nos sostienen. El sector siempre ha tenido la mala costumbre se dar bandazos en función de las modas.Y cuando en su día la moda deportiva irrumpió con fuerza, fueron muchos los que no dudaron ni un segundo en dirigirse hacia este El Dorado, arrinconado descaradamente la parte más técnica. Es cierto, para ser justos, que en esos años los índices de práctica eran bastante lamentables y que apostar por el deporte era arriesgado, pero ni entonces ni ahora, apostar por la moda es precisamente algo seguro. No ayudó mucho, tampoco, que los especialistas se empezaran a hacer fuertes, porque el poco target que había de deportistas, prefería ese nuevo formato que se estaba imponiendo antes que un multideporte tradicional donde la oferta no era, precisamente, muy atractiva. Pero la cosa cambió radicalmente con la crisis. Quien lo hubiera dicho. Lo que podía haber sido la puntilla se convirtió en un salvavidas para lo técnico… y en un revés descomunal para la moda. Esa crisis, que se alargó hasta mediados de la segunda década, devolvió al deporte a primera línea, y desde entonces, con algunos altibajos, no ha parado de crecer. Como no ha parado de crecer esa parte más técnica del sector, en especial el calzado, pieza clave en muchos de los deportes que se han hecho fuertes en estos últimos 20 años. De lo que pasó en el pasado no hace falta hablar demasiado, aunque siempre es bueno recordar los errores que hemos cometido. El sector, sin demasiadas excepciones, se vio completamente obnubilado por la moda deportiva, “provocando” un cambio radical en la oferta de muchas tiendas, especialmente las multideporte, que apostaron por la moda deportiva de una forma bastante descarada, dejando de lado lo técnico que, además, acabó limitándose bastante al fútbol, baloncesto, tenis y algún otro deporte que tenía cierta demanda en la zona. Y si, esa apuesta que hizo un porcentaje muy alto del comercio multideporte por la moda les salió redonda cuando la demanda estaba on fire, pero cuando llegó la crisis de 2008 y la gente dejó de gastar en los prescindible, esa apuesta ya no era tan buena. Era pésima. Porque con la crisis la moda cayó en picado y el deporte gano miles y miles de nuevos practicantes. Así que, en muy poco tiempo, deportes como el running, el pádel, el bike o el outdoor fueron los que acabaron monopolizaron la demanda. Y ¿qué pasó? Pues que el comercio multideporte, con las estanterías llenas de moda, no tuvo margen de maniobra para volver a lo técnico, y sin apenas darse cuenta, se encontró con que las ventas más “técnicas” ya las controlaban las grandes cadenas y,sobre todo,ese comercio especialista al que habían dado alas pasando de lo técnico. Poco a poco la situación se fue normalizando. Algunos no tuvieron más remedio que cerrar y otros muchos, con la ayuda de las marcas, pudieron dar ese salto a sus orígenes y volver a dar cierto protagonismo a lo técnico. Y que algunas tiendas -bastantes, rectificaran y volvieran a dar un espacio privilegiado a lo técnico, fue importante, pero no suficiente para frenar los profundos cambios que había provocado esa apuesta a ciegas que una gran parte del comercio y de las marcas hicieron por el lifestyle. El cambio de poderes ya era irreversible, y en ese cambio empezó el declive de un perfil de tienda que en su día era uno de los más importantes. Pero más allá de quién y cómo venda, lo que cambió radicalmente fue el qué. Se vendía mucho más material técnico y, dentro de este fuerte crecimiento, fue el calzado quien mejore resultados empezó a tener. Tanto es así que, a día de hoy -y a fondo ESPECIAL CALZADO TÉCNICO Volviendo a la esencia 43
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