TradeSport 323 - Septiembre 2023

El deporte tiene que centrarse en lo que hoy por hoy controla. Meterse en guerras de precio con determinadas cadenas y en determinadas categorías de producto no sirve de nada, porque no se ganará. Con la crisis del COVID una de las cosas que quedaron más que demostradas es que cuando la práctica deportiva repunta, y no hay crisis económica que lo impida, se puede conseguir un equilibrio muy lógico entre el sport wear y lo atlético. Lógico y menos arriesgado. online que, como hemos dicho antes, ha sabido explotar muy bien este concepto y que lo han hecho, además, poniendo el precio como caballo de batalla.Y en este tipo de categorías, es una apuesta ganadora. Por no hablar del trozo de pastel que se lleva Decathlon, el gran monopolizador del material deportivo para niños y, por ende, un gran dominador en esta Vuelta al Cole, donde el deporte siempre ha sido uno de sus protagonistas (por EF, por las extraescolares pero, también, para la ropa deportiva del día a día). EL NIÑO, PROTAGONISTA EN ESTA ÉPOCA Que las ventas hayan caído -o se hayan “destemporalizado”, no quiere decir, ni mucho menos, que éstas no sigan representando un volumen importante para el sector. Con el nuevo curso las ventas de todo lo que tiene relación con los niños siguen disparándose. Y casi siempre son los mismos los que sacan tajada del repunte. Desde hace muchos años, al menos en lo que respecta al material deportivo (o que se vende en nuestro canal), las ventas de esta temporada tienen dos grandes dueños: los primeros precios y, en menor medida, el calzado técnico de marca. Por un lado, es obvio que los padres, a sabiendas que lo que compran para sus hijos dura lo que dura, prefieren gastar poco. Y si hay determinados operadores -especialmente las grandes cadenas- que le ponen en bandeja una oferta hiperamplia y asequible, la decisión en fácil. Es fácil y justifica, además, los miles de ofertas que se lanzan en esta época. Decathlon, con sus marcas propias, es el gran vencedor en estos meses postvacacionales, que alarga hasta principios de octubre, cuando arrancan las extraescolares, pero también sacan tajada -y mucha- algunas cadenas y grupos, con sus marcas propias y, sobre todo, utilizando a las grandes del sector como reclamo. Éstas preparan para esta temporada modelos de primer precio para poder competir con las marcas blancas del sector y con la moda.Sobre todo,ahora.Y ni siquiera las“exclusivas” estrategias DTC de Nike y adidas han cambiado estas “prácticas”. Dicho esto, tampoco hay que olvidar que, hasta las puertas de la adolescencia, la marca importa poco –sobre todo para ir al cole- y los niños se conforman con cualquier pantalón, chándal o zapatillas de su color preferido. Eso sí, siempre tienen algún capricho en cuanto al calzado, sobre todo si hacen fútbol o baloncesto. Por eso septiembre se convierte en un mes clave para el calzado técnico infantil y evidentemente las grandes del sector aprovechan su imagen de marca… y el tirón de sus futbolistas patrocinados. Y más allá del textil y el calzado, hay otro artículo que tiene mucha demanda en esta época: las mochilas. Su bajo coste y su alta rotación las convierten en una buena alternativa para las tiendas, además de ser un reclamo perfecto para que los consumidores compren otros artículos. El problema, como en todo, es la competencia de otros canales, si bien es cierto que, como pasa en textil y calzado, a partir de una determinada edad la marca pesa.Y la marca deportiva pesa mucho. En este contexto, más allá de la competencia que para marcas y tiendas pueda representar Decathlon, hay otro “player” que ha marcado mucho la evolución de esta Vuelta al cole: la moda. Es obvio que el volumen de ventas en esta época es muy significativo para el sector. Los niños empiezan el cole,todos tienen educación física en sus agendas y muchos de ellos, además, hacen algún deporte extraescolar. Todo ello, obviamente, representa un volumen de ventas muy importante para marcas y tiendas del sector, pero lógicamente también es un caramelo muy apetecible para la moda. Y una vez más, ésta nos gana la batalla en todo aquello que no tiene que ver con el deporte. Incluso con la ropa deportiva no técnica. Pocas marcas del sector pueden vender, por ejemplo, pantalones de chándal a 3 euros, algo que sí está al alcance de la gran mayoría de cadenas de moda (que los venden como churros, por cierto). Pero el problema no es sólo que el mundo de la moda haya apostado muy fuerte por líneas sport para los más pequeños; el gran problema es que su capacidad de maniobra y su volumen de fabricación les permite ofrecer al consumidor precios realmente bajos, incluso más que los que pueden encontrarse en la mayoría de las grandes cadenas deportivas de primer precio y, evidentemente, también lejos de los primeros precios de las grandes marcas generalistas del sector. ¿Conclusión? El deporte, a nivel global, no ha sabido interpretar bien el peso que tendría el sportwear en el universo escolar, algo que sí ha hecho a la perfección el mundo de la moda. ¿Y qué puede hacer el deporte en 125

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx