TradeSport 322 - Julio-Agosto 2023

las distancias cortas serán más que suficientes para disfrutar de este deporte. Y de esto saben mucho los organizadores de pruebas amateurs, que en estos últimos años han jugado muy bien sus cartas y han aprovechado a la perfección las posibilidades que ofrece este deporte en cuanto a distancias. La oferta ha sido, muchas veces, exagerada (como en producto) pero desde que las cosas se reactivaron tras la pandemia, las cosas se han racionalizado y oferta y demanda se han ido ajustando bastante. Y si las pruebas populares son el mejor termómetro para saber cómo marcha un deporte a nivel de practicantes, en el caso de triatlón, las cosas andan bastante bien. Por fin. Es cierto que en un tiempo relativamente rápido las pruebas empezaron a multiplicarse exponencialmente por toda la península y se colgaba el cartel de completo a las pocas horas de abrirse inscripciones, pero también es cierto que al final se rozó lo exagerado y pasó lo que pasó. Una burbuja que estalla. Y más con la llegada del COVID. Ahora, con un segmento mucho más “pausado”, las cosas han ido cambiando un poco, pero el intenso calendario nacional sigue siendo un perfecto reflejo de la buena salud de la que goza este deporte a pesar de los reajustes que se hayan podido dar a nivel de practicantes y oferta. Una buena salud que tiene mucho que ver en su accesibilidad porque, aunque pueda parecer lo contrario, todo el mundo puede intentarlo. Al fin y al cabo, uno suele luchar contra sus límites y no contra los demás. Otro tema más complejo es si se trata de una modalidad asequible. Y aquí la cosa no está tan clara. Una equipación más o menos decente no baja de los 1200-1500 euros (calzado, bici, neopreno…). Además, son muchos los que, a Hace apenas 15 años el triatlón era un coto privado de algunos atrevidos y apenas había pruebas. Pero la nueva cultura deportiva que se impuso con la crisis de 2008 cambió radicalmente las cosas. De la noche a la mañana conceptos como el bienestar, la salud, el deporte y, sobre todo, la superación de retos personales, ganaron un peso muy importante. La superación personal emergió casi como un imperativo, y en este nuevo panorama, uno de los retos más tentadores fue, sin duda, el triatlón. Y el boom fue espectacular. En todo: en practicantes, en oferta y en pruebas. Para casi todo el mundo, sobre todo los que empiezan a correr, nadar o ir en bici, el triatlón es uno de los grandes retos a medio y largo plazo. Aunque sea la distancia más corta. Además, como pasa en deportes como el running o el bike, la media de edad de los triatletas suele ser relativamente alta, entre los 30 y los 45. Quizás la crisis de los 40 o quizás edades donde uno es más exigente consigo mismo, necesita desestresarse del trabajo y empieza a plantarse retos. Eso, y que deportes como el running o el bike son individuales y su práctica no depende de si se puede coincidir o no con otros. En este sentido no es extraño que un porcentaje muy alto de quienes que corren, nadan o van en bici tarde o temprano acaben planteándose probar con el triatlón. Así que, mientras el futuro de estas tres disciplinas esté más o menos “asegurado”, el triatlón seguirá teniendo cierto dinamismo.Y por ahora no hay sospecha alguna de que, sobre todo bike y running, vayan a perder fuelle. Cuando un deporte experimenta un fuerte crecimiento en practicantes y en ventas lo primero que debemos intentar analizar es el por qué. Y probablemente la primera razón que nos venga a la cabeza cuando pensamos en lo que le pasó al triatlón hace unos años es que esta modalidad engloba a dos de las disciplinas que más han crecido en los últimos años (running y bike). Y con eso ya está casi todo dicho, porque ambas modalidades han “derivado”, desde el principio, a muchos de sus practicantes al triatlón, sobre todo desde el running. En esa nueva cultura del deporte que se impuso con la crisis y que se ha consolidado después de la pandemia, deportes como el running y el bike se han convertido en una rutina necesaria para muchos españoles. Y un paso lógico, para la mayoría, ha sido – o será- probar con el triatlón. Aunque sea ocasionalmente. Además, aunque a muchos les pueda parecer que el triatlón es una disciplina muy exigente y sólo al alcance de grandes deportistas, una de las razones que ha propiciado su auge ha sido su accesibilidad. El triatlón no es sólo Ironman. Cualquiera que tenga un mínimo de preparación física (y runners, ciclistas y nadadores lo tienen) puede afrontar sin problemas algunas de las distancias más cortas (supersprint, sprint e, incluso, Olímpica). Al final es un problema de tiempo. Si se puede entrenar muchas horas, el reto serán las grandes distancias; si no, si tenemos poco tiempo para salir a correr, ir en bici o nadar, 83

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