El gran mérito del outdoor es que siempre ha sabido reinventarse. Y, sobre todo, ha sabido dejar atrás ciertas ambiciones “puristas” y entender que el target que da volumen es el que está en la base de la pirámide. El outdoor sigue su camino hacia la cima. Y lo hace con la tranquilidad de que, al menos a nivel de práctica, la dinámica es muy buena. Y aunque las ventas puedan sufrir algunos altibajos, y a pesar de que el cambio de poderes de los últimos años haya cambiado considerablemente el panorama comercial, que cada vez haya más outdoor lovers, es una garantía de que el segmento mantendrá una buena progresión. Al final, por muchas sacudidas que tenga un segmento, si cada vez hay más gente a quien venderle, las cosas difícilmente irán a peor. Y el outdoor está inmerso en una nueva época en la que su potencial a corto, medio y largo plazo está disparado. Otro tema, como siempre, es quien sacará partido de este potencial… En nuestro último número (321) ya hicimos un análisis un poco más exhaustivo de cómo era el presente del outdoor.Y su futuro. Así que ahora no nos extenderemos mucho. Basta con hacer un breve resumen de lo explicado entonces. Y lo primero que hay que dejar claro es que el outdoor vive un momento muy dulce. Después de algunos años extraños, con altibajos, este segmento vuelve a ganar protagonismo y, gracias a un cambio radical en los hábitos deportivos -y de consumo- de los españoles, la tendencia vuelve a ser positiva. Los índices de práctica siguen a un nivel muy bueno, creciendo progresivamente, y las ventas, aunque no en la misma intensidad,también.Y aunque es cierto que el outdoor ya venía de unos años muy bueno antes de la pandemia, no podemos negar que este contratiempo, especialmente el encierro, le dio una nueva dimensión a este universo. Si con la crisis económica de finales de la primera década de este siglo el outdoor consiguió ganar mucha fuerza gracias, básicamente, a que era una perfecta válvula de escape en medio de un terremoto de stress, después de la pandemia, la perfecta combinación que el outdoor propone de salud y naturaleza, ha sido determinante para su nuevo despegue. Es un deporte accesible y asequible que, tras la pandemia, ha multiplicado exponencialmente su ”status”,especialmente modalidades como el senderismo, el trekking ligero o el Trail, donde la práctica se ha disparado.Y con el repunte de practicantes, también se han disparado las ventas. Otro tema es quien ha controlado esas ventas… Porque las cosas han cambiado mucho en apenas 5 años. Hay más competencia, con el online apretando fuerte y las especialistas perdiendo fuelle. Y también se ha dado un cambio importante en el tipo de producto -las franjas medias han ganado mucho peso- y el target. Se vende, pero ya no se vende como antes. Ni donde antes. Ni a quien se vendía antes. Y en este complejo proceso de transformación, quien parece estar perdiendo la partida con, curiosamente, las especialistas. Es lo que tiene la popularización… UN CAMBIO INESPERADO El outdoor fue, seguramente, el primer gran universo que se especializó. Y lo hizo casi forzado. A finales de los 90 el comercio multideporte dio descaradamente la espalda al deporte, a lo técnico, y muchos segmentos tuvieron que apostar por la especialización para mantenerse vivos. Un panorama en el que todo apuntaba a que el monopolio del outdoor se lo quedarían Decathlon y alguna que otra cadena.Y esa idea no parecía muy atractiva ni para marcas ni para detallistas, así que poco a poco se fue tejiendo una red de tiendas especializadas que, relativamente rápido, se adueñaron de un target muy concreto. Eran otros tiempos y el outdoor no era, ni mucho menos, un segmento tan popular como ahora. El target principal era, todavía, la parte alta de la pirámide. Pero poco a poco el outdoor fue perdiendo altura. Y ganando practicantes. La parte alta de la pirámide daba la imagen, pero la parte media y la baja, daban volumen. Y cada vez más. Y claro, las grandes cadenas reaccionaron -como lo hacen ante cualquier oportunidad- y, además, entró en juego Internet, con grandes operadores que, desde el comienzo, pusieron al outdoor en el centro de sus estrategias. Y lo hicieron, además, apostando por todo tipo de perfiles, desde el más técnico al más popular. Se disparó la competencia, de operadores, y curiosamente la especialización empezó a perder fuerza. El reto más importante, en este sentido, es el que tiene el comercio multideporte, que navega -y pesca- medio camino entre las pocas especialistas físicas que aún lideran las ventas, Decathlon y el creciente protagonismo de ciertos operadores de Internet. El online ha ganado terreno de una forma espectacular y lo ha hecho, además, con muy pocos operadores.Y aun reconociendo que algunas a fondo ESPECIAL OUTDOOR Un universo “práctico” 35
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