Las ventas han crecido, porque el target también lo ha hecho, pero este crecimiento no ha sido directamente proporcional al repunte de la práctica. Y, sobre todo, no todo el mundo ha podido aprovecharlo. El outdoor sigue muy vivo. Quizás las ventas hayan perdido cierto dinamismo pero la práctica sigue creciendo y cada vez hay más gente que se deja seducir por los deportes de montaña. El reto, para los próximos años, es mantener esa progresión e intentar que el comercio pueda aprovechar todo este potencial. El outdoor vive un momento dulce. Como el deporte en general. Tras el agobiante encierro de 2020, muchas modalidades deportivas experimentaron un fuerte repunte, entre ellas el outdoor, que ya venía de unos años muy buenos. Al menos en lo que a práctica se refiere. Y lo bueno, en el outdoor y en otros muchos deportes, es que ese repunte se está manteniendo. No es ni casual ni temporal, como suele suceder con las crisis económicas: es un crecimiento muy vinculado a esa nueva cultura del bienestar que lleva construyéndose desde hace algunos años y que ha acabado de coger forma con la pandemia.Ahora el deporte no es solo una válvula de escape; es un hábito clave para llevar una vida saludable.Y la salud, ahora, es una prioridad. Por fin.Y eso, el sector, lo está notando mucho. En la práctica y, también, en las ventas. La pandemia, lo hemos dicho varias veces, ha sido clave para el deporte. Un empujón que no se había visto ni con las crisis económicas. Un salto cualitativo que, en muchos deportes, se dio cuando ya se estaba creciendo. Deportes como el Bike, el pádel, el running o algunas modalidades Outdoor ya estaban en una buena fase de crecimiento, y con el COVID ese crecimiento de disparó. Y en algunos casos, sobre todo en los primeros meses postencierro, de una forma espectacular. Y con permiso del Bike, uno de los segmentos que más adeptos ganó fue el del Outdoor, especialmente las modalidades de bajo impacto o más accesibles. Al fin y al cabo, después de 3 meses encerrados en casa, sin apenas actividad, la gente necesitaba dos cosas: salud (física y mental) y naturaleza.Y el outdoor era un cocktail perfecto.Y pasó lo que era obvio que iba a pasar: las escapadas a la naturaleza se convirtieron en una apuesta habitual de muchos españoles. Y aunque esa fiebre por escaparse lejos de la ciudad se ha moderado, el outdoor sigue disfrutando de unos niveles de práctica muy buenos. Y sí, han sido las modalidades más accesibles las que más han crecido en practicantes (senderismo, trekking ligero…), pero también han experimentado un importante repunte otros deportes de montaña un poco más exigentes, como el Trail, la escalada o los trekkings más complejos. Crece la base de la pirámide, pero también la parte alta. La pregunta inevitable que, como sector, nos hacemos, es si ese repunte se ha reflejado en las ventas. Y la respuesta, probablemente, no se tan contundente como nos gustaría. Evidentemente que las ventas han crecido, porque el target también lo ha hecho, pero este crecimiento no ha sido directamente proporcional a ese repunte de la práctica. Y, sobre todo, no todo el mundo ha podido aprovecharlo de la misma manera: aunque a nivel global la dinámica sea buena, otro tema, como siempre, es quien le saca más provecho,porque pese a este repunte de practicantes y ventas, la situación de un determinado perfil de comercio sigue siendo bastante compleja. Y por una vez no hablamos de los multideporte -que sí han aprovechado bastante bien el crecimiento de esa base de la que hablábamos-, sino más bien de un comercio especializado offline que no lo está pasando excesivamente bien y que, pese a estar aprovechando el momento, no tiene muy claro cuál es su futuro a medio plazo. Porque si algo ha cambiado en el mundo del Outdoor es, precisamente, el reparto de poderes entre el off y el online.Y entre las cadenas y los especialistas. Quin ahora impulsa el outdoor, quien genera la mayoría de las ventas,es ese perfil “bajo” que busca prendas de gama media para la práctica, pero, sobre todo, para su día a día. Y en esa franja ya sabemos todos quienes se llevan el gato al agua. Y no son precisamente las especialistas off. La realidad del outdoor es que su gran trasformación en estos últimos años no se ha dado ni en modalidades ni en categorías. Que también. Lo que realmente se ha transformado en este universo tiene que ver con la venta. La práctica ha ido creciendo, con algunos repuntes importantes, y las ventas, aunque no han seguido ese mismo ritmo, también han ganado mucho terreno. Y en este contexto, se hace más difícil entender cómo muchas tiendas especialistas han cerrado o lo están pasando mal. Y la razón, más allá de una oferta excesivamente “purista” hay que buscarla en el fuerte crecimiento que ha tenido el Outdoor en grandes cadenas multideporte y, sobre todo, en a fondo ESPECIAL OUTDOOR Ganando altura 37
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