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Lo mejor que podemos hacer, es centrarnos en aquellas batallas que podemos ganar. Y aunque sea muy complejo, no debemos descartar que, aprovechando nuestro poder en lo atlético, podamos fidelizar a la mujer deportista y, luego, seducirla con el sportwear. a fondo 42 ESPECIAL MUJER quién se lo hacen realmente), es obvio que con unos índices de práctica deportiva que crecen, el mundo de la moda no va a dejar pasar según qué oportunidades. Cuando estos gigantes de la moda ven una oportunidad, apuestan fuerte, y seguramente dieron este paso teniendo muy claro que que el deporte no suele tratar a la mujer como se merece, especialmente las tiendas.Y no nos engañemos: a estas alturas ya deberíamos tener muy claro que el “experimento” les ha salido bien y van a seguir apostando por este tipo de colecciones. Empezaron por lo básico, por una apuesta segura como el textil para deportes de bajo impacto, pero no tardaron en ir subiendo peldaños.Y lo seguirán haciendo a medida que sus apuestas vayan consolidándose. En textil y, también, en calzado, donde ya han conseguido arañarnos un poco de cuota. Ante este avance, es obvio que una de las prioridades del sector a corto y medio plazo será la de defender su parcela.Aprovechar que los índices se han disparado para fidelizar a la mujer deportista dándole lo que reclama.Y sí,por ahora parece fácil. Lo que nos “roban” otros canales es, de momento, insignificante, especialmente en las modalidades que más están empujando ahora, como el pádel, el Bike o el running, pero no podemos confiarnos en exceso. Y, sobre todo, tenemos que aprovechar esta “dependencia” para conocerla mejor y saber lo que necesita. Si ya hace años que es el consumidor quien define las colecciones de las marcas, en el caso de la mujer esta evidencia es todavía más clara.Y por suerte, las marcas tienen muy claro que es así. NO ES RESIGNACIÓN, ES ASUMIR UNA EVIDENCIA Si en el deporte tenemos, aún, las de ganar, en la moda deportiva la batalla está más que perdida. Al menos para el canal tradicional. La mujer lleva muchos años teniendo muy claro donde compra moda deportiva, y salvo excepciones, no suele ser en una tienda de deportes. Quizás sí apueste por marcas deportivas, pero muchas veces las compra fuera de nuestro canal. Y, sinceramente, tiene su lógica. Por cómo son las tiendas de deporte y, sobre todo, porque no tiene necesidad de comprar en ellas. Las marcas del sector lo han intentado.Y lo siguen intentando. Han hecho un muy buen trabajo, unas apostando por una cierta exclusividad –de marca y, también, de diseño- y otras priorizando aspectos como la calidad a buen precio. Las tiendas tienen a su alcance muchas alternativas, seguramente muchas más que en material técnico, pero la venta es mucho más compleja. Tanto que algunas de estas marcas, especialmente las del primer grupo, han apostado por posicionarse en el canal moda o, en el mejor de los casos, en tiendas especializadas en moda deportiva, huyendo del multideporte tradicional. No nos engañemos, el canal deporte no tiene capacidad de competir con las grandes cadenas de moda.Al menos en mujer.Y sobre todo en determinadas franjas de edad. La moda tiene precio, tiene oferta, tiene diseño, tiene rotación… y nosotros todavía programamos a 6 u 9 meses vista. Tenemos marca, eso sí, pero es un aspecto que a la mujer le importa relativamente poco. Hay que ser realistas y asumir que no tenemos capacidad de competir con las grandes cadenas de moda juvenil ni con la moda más exclusiva. Con los primeros, no podemos estar a su altura en precio, oferta, tendencias, renovación de las prendas, diseño de las tiendas...; y con los segundos, básicamente se trata de una batalla entre dos conceptos: moda y deporte. Y la moda, hoy en día, puede más que el deporte. Parece resignación, sí, pero no lo es. Es asumir nuestros límites y, así, evitar errores.No meternos en batallas que ya hemos perdido antes de empezarlas. Es mejor evitar problemas y centrarnos en aprovechar otras muchas oportunidades. MUCHO QUE GANAR SI APOSTAMOS A LO SEGURO Si analizamos las cosas asumiendo nuestras limitaciones, la principal conclusión que podemos extraer cuando hablamos de la mujer es que, a día de hoy, el potencial de esta categoría dentro del sector deportivo está básicamente ligado a lo atlético. Y la mayoría de marcas así lo han entendido. Es cierto que hay determinadas marcas que pueden seguir conquistando a la mujer con sus líneas sportwear, pero lo hacen, precisamente, como moda, y muchas veces apostando por otros canales. Nos guste o no, la mujer siempre ha representado una parte muy limitada de las ventas y tal y como están las cosas es difícil que haya quien se aventure a hacer experimentos. Es muy difícil atraerla con el sportwear porque la fuerza del canal moda puede mucho, sobre todo porque la competencia que le hacemos es mínima. Otro tema es la tienda especialista, que, por sus características y su oferta, y aun siendo un comercio bastante masculino, cubre mucho mejor las necesidades y gustos de la mujer. No se trata de buscar culpables, pero es obvio que durante muchos años una gran parte del sector le ha dado la espalda a la mujer, ignorando por completo que era este target el que tiene la última palabra en un porcentaje muy alto de las decisiones de compra.Y claro, quienes sí lo han visto nos han cogido mucha ventaja. Una ventaja que en la moda deportiva será casi imposible recuperar, así que, lo mejor que podemos hacer, es centrarnos en aquellas batallas que podemos ganar. Y aunque sea muy complejo, no debemos descartar que, aprovechando nuestro poder en lo atlético, podamos fidelizar a la mujer deportista y, luego, seducirla con el sportwear.

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