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No se trata de resignarse; se trata de asumir una realidad y no meterse en batallas que hemos perdido antes de empezarlas. Es mejor centrarse en aprovechar las oportunidades que tenemos. Que son muchas cesidades. En cualquier caso, lo técnico, pese a ser nuestra esencia, y pese a haber crecido considerablemente, no es el core business del sector. Lo es el sportwear, y en esta parcela las cosas son diferentes. Muy diferentes. Muchas marcas siguen apostando fuerte por las líneas femeninas y hacen un muy buen trabajo. El problema es que al comercio, si ya le cuesta lo técnico, la moda deportiva se le hace muy cuesta arriba. El look excesivamente masculino de muchas tiendas es un freno para la mujer y la competencia de las cadenas de moda debilita aún más la demanda. Es un pez que se muerde la cola: la mujer no entra en la tienda de deportes a comprar moda deportiva porque no le gusta la tienda; y la tienda no cambia sus estrategias porque, viendo la demanda, cree que no merece la pena. Y menos si se compite contra quien se compite. ¿Eso significa que las tiendas sean las grandes culpables de que el sportwear femenino no tenga mayor protagonismo en el canal? No,para nada.Es muy complejo pedirle a según que perfil de tienda que arriesgue. Las marcas lo hacen porque tienen apuesta por lo técnico (textil, sobre todo) está, todavía, en su primera fase, pero el sector ya lo está notando.Y mucho. LA PRÁCTICA CONVIERTE A LA MUJER EN CONSUMIDORA La mujer es el perfil de comprador más importante en el 99% de los sectores. Y el deporte no es una excepción. Quizás durante años no haya sido una gran consumidora, pero siempre ha sido una muy buena compradora, sobre todo las madres. A nivel global, llevamos años viendo como la evolución de esta categoría no es especialmente buena (salvo en algunos segmentos puntales). A pesar de que, desde hace tiempo, las grandes marcas están equilibrando sus colecciones masculinas y femeninas, nos está costando mucho que la mujer, además de compradora, sea una buena consumidora. Es obvio, como hemos dicho, que en determinados segmentos atléticos, especialmente el running, el pádel o el bike, la mujer está ganando mucho protagonismo, pero el volumen, insistimos, no está en lo técnico, sino en la moda deportiva. En la vertiente más técnica el deporte está haciendo un gran trabajo. Por fin. Y en todas las categorías. El sector ha sabido adaptarse muy bien a los cambios de equilibrios hombre-mujer y al look del deporte femenino en determinadas categorías. Las marcas ya hace años que han desarrollado colecciones específicas para ellas, dejando atrás la pésima costumbre de limitarse a cambiar tallas y colores a los modelos masculinos. De momento tenemos el monopolio de las ventas y hemos sabido entender lo que realmente buscaba este target. Hace apenas una década era muy poco habitual encontrar, por ejemplo, productos que tuvieran en cuenta la morfología femenina o su manera de hacer deporte, pero hoy en día casi todas las marcas diseñan sus colecciones teniendo en cuenta estos parámetros.Y el trabajo ha sido muy bueno. Como muy buena ha sido, también, la respuesta del comercio… especialista. El canal multideporte es otro tema. Con sus vaivenes entre lo técnico y la moda deportiva y, sobre todo, con una imagen muchas veces poco atractiva a los ojos de la mujer, su apuesta por esta categoría nunca ha sido muy fuerte. Su target siempre ha sido el hombre, y eso se ha dejado notar mucho en su oferta. Quizás por ello, como hemos dicho antes, muchas de las grandes marcas que han apostado tan fuerte por la mujer lo han hecho a través de sus propias plataformas: no veían en este comercio multideporte un buen “escaparate” para estas colecciones, así que han preferido darles un gran protagonismo en sus tiendas propias (off y on), desde las cuáles, además, les ha sido más fácil atraer a la mujer y responder a sus nea fondo 40 ESPECIAL MUJER

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