TradeSport_TQ319

Los gimnasios han cambiado mucho en los últimos años, tanto en su oferta como en el modelo de negocio, con un importante auge de los centros low cost. Estas nuevas fórmulas han ganado muchos adeptos y han cambiado radicalmente las preferencias de un target determinado, pero su boom también ha servido para que muchos centros apostasen por todo lo contrario... 109 pensaban. Pero más allá de esta reflexión, lo que es evidente es que la llegada del coronavirus revolucionó por completo este universo. Y lo hizo hasta el punto de que tanto marcas como tiendas no tardaron en romper stocks. Cuando el 13 de marzo no encerraron en casa la gente se volvió loca comprando este tipo de aparatos, y puesto que la venta online estaba permitida, en apenas unas semanas se agotaron las existencias. De todo tipo de aparatos y de todo tipo de gamas. Una auténtica locura. Y aunque el volumen de ventas de esos dos o tres meses se quedó en algo puntual que difícilmente se repita en condiciones normales, sí se ha seguido manteniendo un cierto dinamismo cuando se han vuelto a llenar los almacenes de marcas y tiendas. Porque hay nuevos practicantes y, también, porque sigue habiendo quien prefiere no ir al gimnasio. No podemos finalizar este breve apartado sobre home-fitness sin hablar de un subsegmento que, sin estar estrechamente ligado a este universo, si tiene mucho que ver con el fitness casero. Y, además, se ha disparado exponencialmente con la pandemia. Hablamos de las clases virtuales. Probablemente tengan poca repercusión a nivel de canal o de sector, pero su boom durante el encierro ha sido simplemente espectacular. Y tanto marcas como gimnasios se han apuntado al carro para poder dar nuevos servicios a sus asociados y/o clientes. Su crecimiento se ha mantenido, más progresivo, tras el encierro, pero se trata de un nicho de mercado que ha ganado un enorme protagonismo y en el que muchas compañías están invirtiendo mucho dinero. No se trata, como creen algunos, de 4 o 5 youtubers o influencers que se hicieron fuertes en esos meses: hay una larga lista de marcas y empresas que están apostando muy fuerte por la formación virtual.Muchas de ellas ya llevan años trabajando con el análisis de datos y ahora dan un paso más para virtualizar el entrenamiento y dar nuevos servicios al usuario. Servicios por los que está más que dispuesto a pagar. Y una parte del futuro del fitness va a depender, sí o sí, de esta digitalización. MUCHO DE SALUD Y POCO DE SECTOR Como hemos dicho antes, el fitness se ha transformado radicalmente, y de lo que había hace apenas una década no queda prácticamente nada. Y eso el canal deporte lo ha “sufrido”. Y no solo por una cuestión de ventas, sino más bien, porque ahora es bastante complejo catalogar con cierta exactitud, qué es y que no es material de fitness. Quien va al gimnasio a hacer cinta suele hacerlo con calzado y textil running; si hace cicling utilizará material pensado para bicicleta y así con casi todas las modalidades. Al final, después de esta “depuración”, sólo nos quedarán algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step… y muchos de las que las practican lo hacen con material que cualquiera de nosotros situaría en categorías que poco tienen que ver con el fitness. O peor aún, con prendas compradas en el canal moda. También hay que tener en cuenta que el fitness ha sido uno de los sectores que mejor ha com-

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx