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recer. El boom del low cost seguramente se tradujo en una bajada en el precio medio de este tipo de aparatos, pero el volumen, en cambio, creció. Y las marcas supieron adaptarse a la perfección a esta nueva realidad. Con el coronavirus se dio un nuevo bache, porque evidentemente cuando los gimnasios lo pasan mal ello repercute en la compra de nueva maquinaria, pero ya desde principios de 2021 este subsegmento volvió a tener mucho dinamismo a medida que se han disparado las aperturas de gimnasios y, sobre todo, los inscritos en ellos. En cuanto al home-fitness, es evidente que se dio un brutal punto de inflexión en marzo-abril de 2020. Antes, durante algunos años, mantuvo una buena progresión. Algunos operadores especializados en la parte profesional no dudaron en apostar, también, por los aparatos domésticos, y este pequeño nicho de mercado creció en competencia al mismo ritmo que lo hacía en ventas. La subida del IVA no tuvo mucha incidencia en esta pequeña parcela del fitness, pero la crisis sí fue determinante. Una vez superada, eso sí, se La nueva cultura del bienestar que se lleva construyendo desde finales de los 90 y que vincula el deporte a la salud y no sólo al físico, ha transformado por completo todo este universo. como culpables, ha provocó el cierre de muchos centros y puso en peligro la continuidad de muchos otros. Por el tiempo que pasaron cerrados, porque apenas hubo ayudas y, también, porque cuando se recuperó cierta normalidad, los gimnasios siguieron marcados con una cruz y con excesivas restricciones (sobre todo si las comparamos con otros sectores). La “suerte”, si es que se puede hablar de suerte, es que en esta pandemia el deporte, también el “indoor” ha ganado un peso enorme y en estos dos últimos años los gimnasios han vuelto a ganar mucho protagonismo.Y la fuerte expansión de las grandes cadenas es el mejor ejemplo de ello… EL HOME-FITNESS SE DISPARA EN PANDEMIA Mucho antes de ese fatídico marzo de 2020, y a la misma velocidad a la que los gimnasios se transformaban, también lo hacía (causa o consecuencia) otro universo muy fuerte dentro del nuevo panorama del fitness: la maquinaria, tanto la profesional como, el home-fitness. En cuanto a la maquinaria profesional, poco que decir. Es un segmento dinámico donde la innovación juega un papel clave. Año tras años se perfecciona una oferta cada vez más adaptada a las necesidades de gimnasios y clientes. Las ventas se frenaron con la crisis, pero recuperaron el dinamismo con el buen momento que vivió el fitness en la prepandemia. Los clubes y los gimnasios alargaron el tiempo de renovación de los equipos, pero en los últimos años también se abrieron muchos centros y a nivel global la caída de las ventas no fue tan drástica como podría parecuperó la dinámica positiva, porque, aunque pueda sonar a paradoja, la progresión del home-fitness siempre ha estado estrechamente, y directamente, ligada a la de los gimnasios: cuando los gimnasios han crecido, el home-fitness también lo ha hecho. Evidentemente hay gente que, para ahorrar, prefieren sacrificar cuotas de gimnasio y apostar por aparatos domésticos, pero por regla general, quienes apuestan en firme por estos aparatos –al menos por las gamas medias y altas- son quienes ya tienen una rutina de gimnasio o de entrenamiento. A diferencia de otros deportes, el problema del home-fitness no hay que buscarlo en la oferta. Todo lo contrario. Las marcas, pese al complejo entorno al que se han ido enfrentando en la última década, no han dejado de evolucionar sus aparatos. Los cambios han sido brutales, y aunque es cierto que el precio medio también ha crecido, las prestaciones y los servicios que hoy ofrecen este tipo de aparatos justifican, casi siempre, la inversión. Otro tema, y ese ya es más complejo, es si quienes los compran acaban usándolos tanto como a fondo 108 ESPECIAL FITNESS

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