En estos últimos 4 ó 5 años, con el paréntesis de la pandemia de por medio, la red especialista se ha ido reordenando. Y segmentando. Que el comercio multideporte -especialmente los grandes- haya apostado tan fuerte por esta modalidad limita mucho el recorrido del comercio especialista, cuyo crecimiento, en número, se ha frenado en seco desde mediados de 2022. a fondo 48 ESPECIAL PÁDEL un negocio; pero después empezaron a caer algunos grandes -o muy grandes- que habían sido incapaces de dimensionar el mercado en su justa medida. En estos últimos 4 ó 5 años, con el paréntesis de la pandemia de por medio, la red especialista se ha ido reordenando.Y segmentando. Que el comercio multideporte -especialmente los grandes- haya apostado tan fuerte por esta modalidad limita mucho el recorrido del comercio especialista, cuyo crecimiento, en número, se ha frenado en seco en los últimos meses. Los que quedan, los que han sobrevivido, se han hecho muy fuertes y tienen, todavía, margen de recorrido, pero difícilmente veremos nacer nuevas tiendas especialistas si no hay un gran grupo inversor detrás y si su apuesta no es claramente internacional y claramente omnicanal. ¿SOBREOFERTA… DE CLUBES? El pádel no va a morir de éxito. Ha llegado para quedarse y tiene un potencial de crecimiento a nivel mundial tan grande que a corto y medio plazo todo son buenas noticias para este deporte.A nivel global. Otro tema es como se gestiona ese éxito. De la sobreoferta de marcas y de tiendas y/o producto ya hemos hablado, pero hay otro aspecto en el que el pádel debería ser capaz de analizar el potencial real de ese crecimiento: el auge desmedido de clubes. Los índices de práctica son muy buenos, eso es innegable, pero eso no justifica todas las aperturas que se están llevando a cabo. Sobre todo, tras el encierro. Los instaladores -que cada vez son más, también- no dan abasto y tienen sus agendas llenas hasta dentro de dos o tres años, pero hay que pensar un poco más en el largo plazo -y en las dimensiones reales del mercado nacional-. Por ahora, la demanda es alta y las pistas suelen estar llenas en las horas punta, por la tarde (por la mañana muchos clubes están prácticamente vacíos), pero cada vez hay más gente que ve en el pádel una oportunidad de negocio e invierte sus ahorros en un cuatro o cinco pistas en una nave o un terreno sin pensar demasiado en el largo plazo. Y por muy buena demanda que tengan las pistas ahora, por mucho que nos cueste, en algunas zonas, encontrar pistas libres por la tarde, si el ritmo sigue así, no tardaremos mucho en empezar a ver como se suceden los cierres. En España la situación no es, todavía, demasiado dramática, pero ejemplos como el de Suecia, donde después de un boom brutal se han cerrado cientos de pistas, debería dejarnos en alerta. También habría que tener en cuenta un aspecto en el que muchos no reparan pero que algunas marcas y clubes ha puesto encima de la mesa desde hace unos meses: es probable que la cifra de practicantes siga creciendo, aunque sea más lentamente, pero también es probable que la frecuencia con la que se juega baje. Sobre todo cuando el contexto socioeconómico sea menos complejo. Desde la pandemia, y también desde la invasión rusa de Ucrania, se juega mucho porque sigue habiendo cierto miedo a gastar en otras alternativas de ocio, pero puede pasar que, cuando el ciclo sea favorable, se juegue con menos asiduidad. Y eso se dejará notar, y mucho, en los clubes. Habrá que estar atentos a cómo evoluciona este ritmo de nuevas pistas en los próximos 2-3 años, pero, en cualquier caso, es un problema que afec-
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